A pesar de que la comunidad hispanohablante en Canadá sigue siendo minoritaria, a lo largo del país existe una comunidad de escritores que tienen al español como su lengua materna, pero que se autodefinen y sienten como hispano-canadienses.
¿Cuáles son los retos que se presentan a esos literatos para llevar adelante su vocación aquí?
La inmensidad del territorio es uno de los escollos que hay que sortear. Las temáticas que interesan no son las mismas en todos los rincones, los desplazamientos para realizar presentaciones y costos de edición son onerosos y no existe un aparato editorial que tenga a las letras hispanoamericanas como uno de sus productos de interés.
Por el contrario, el público local se presenta abierto e interesado en saber lo que ocurre en un ambiente literario del que tienen referencias claras gracias a sus máximos exponentes.
Julio Torres Recinos es uno de los protagonistas de ese mundo.
Oriundo de El Salvador, llegó a Canadá a fines de la década de 1980 para proseguir sus estudios y pronto vio la posibilidad de llevar adelante su vocación, primero con la poesía y luego con el cuento.
También ejerce la docencia, como profesor en el departamento de Lengua y Literatura de la Universidad de Saskatchewan.
Inspirador de sendas antologías en las que se reúne la expresión de la literatura hispano-canadiense, sostiene que Cien Años de Soledad, del colombiano premio Nobel Gabriel García Márquez, es la obra latinoamericana que nadie debería dejar de leer.
Conozca un poco más de la obra de Julio Torres Recinos en la siguiente entrevista con Luis Laborda.
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