Un nuevo informe indica que la propuesta del gobierno federal, en lo referido a transferencias de fondos dedicados al sistema de salud en las provincias, no sería suficiente para mantener la calidad de los servicios.
El estudio fue llevado a cabo por un grupo de expertos e investigadores de la universidad de Ottawa.
Las administraciones provinciales y la federal vienen negociando desde hace meses un monto de transferencias que satisfaga a todas las partes, pero hasta el momento no ha sido posible llegar a un acuerdo.
Ottawa calificó a su propuesta de histórica y sostiene que la misma transformará el sistema de salud de todo el país.
Por su parte, 5 provincias que reúnen el 90 por ciento de la población nacional calificaron al ofrecimiento de inadecuado e insuficiente, y advirtieron que si se aprobase en los términos actuales la subsistencia del sistema sanitario estaría en peligro, ya que no contaría con los recursos necesarios para mantenerse en funcionamiento en los niveles actuales.
El informe habla de una oferta de aumento de fondos del 3,7 por ciento para la próxima década, mientras que los costos de financiamiento en algunas provincias exceden ampliamente esa cifra.
Los expertos estimaron que la provincia de Ontario, por ejemplo, la más poblada del país, registrará un aumento en los costos de funcionamiento del sistema de salud del orden del 5,1 por ciento para el período 2016/2018, con lo que se encontraría en una situación deficitaria de aprobarse la propuesta federal.
A pesar del fracaso en las discusiones para establecer un nuevo marco para la participación financiera federal, que prevé una baja respecto al aumento del 6 por ciento anual vigente durante una década, las autoridades de Ottawa llegaron a acuerdos bilaterales con Nuevo Brunswick, Terranova y Labrador, Nueva Escocia, Yukón, los Territorios del Noroeste, Nunavut, Saskatchewan y la Isla del Príncipe Eduardo.
Las provincias que se mantienen inflexibles en rechazar la postura de la administración Trudeau son Ontario, Quebec, Manitoba, Alberta y Columbia Británica. Ellas reclaman que la participación de Ottawa incluya un aumento de 5,2 por ciento por año, en base a estudios previos realizados, entre otros, por la propia oficina de presupuesto del parlamento.
Datos difundidos por el Instituto Canadiense para la Información en Salud sostienen que el aporte de las provincias al financiamiento de sus sistemas sanitarios aumentó menos del 3 por ciento anual entre 2012 y 2015.
En Canadá, cada provincia gerencia su propio sistema de salud, definiendo presupuestos, objetivos, mecanismos de funcionamiento, organización y regulación, pero el gobierno canadiense aporta una parte del dinero necesario para cumplir con tales lineamientos.
Algunos expertos sostienen la necesidad de llevar a cabo una reformulación profunda del sistema sanitario de costa a costa, con la mirada puesta en cuestiones que exceden el tema presupuestario, aunque muchos sectores temen que el proceso de cambio implique una privatización de la salud.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.