El reporte anual publicado por la ONU sobre la situación en Afganistán informó de 923 niños muertos en 2016, 25% más que el año anterior. El número de niños heridos, por su parte, se elevó a 23%. Este es el registro más pesado sobre niños jamás compilado por la misión de la ONU en el país, UNAMA y el peor balance de civiles desde 2009.

«Es triste informar otro año más de otro incremento en el número de víctimas civiles, otra vez la cifra más alta registrada», afirmó el jefe de la Unama, Tadamichi Yamamoto, durante la presentación en Kabul del informe anual sobre víctimas en el conflicto afgano.
Aunque la cifra de muertos disminuyó un 2 % con relación a los 3.565 de 2015, el número de heridos creció respecto a los 7.469 del año anterior, lo que llevó al total de víctimas civiles más alto desde que la misión de la ONU comenzó a contabilizarlos en 2009.
Yamamoto mostró además su «particular preocupación hacia el alarmante aumento de víctimas» infantiles.
De acuerdo con la Unama, el aumento de un 24 % en el número de niños muertos en 2016 frente a los doce meses anteriores se debe «fundamentalmente a un incremento del 66 % en víctimas civiles por restos de explosivos de guerra», en muchas casos al detonarse mientras los menores jugaban con ellos.
Por ello, el jefe de la Unama pidió a todas las partes enfrentadas en Afganistán que dejen de luchar en áreas habitadas o que no hagan uso de espacios civiles como colegios, mezquitas u hospitales.
Los grupos antigubernamentales, principalmente los talibanes, son señalados como los responsables del 61 % de las víctimas, mientras que las tropas que actúan en defensa del Gobierno lo son de un 24 %, un incremento del 46 % respecto al año anterior, según el informe.
El restante 5 % no pudo ser atribuido y corresponde en buena parte a restos de explosivos.
Radio Canadá/ Unama
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