El ministerio de Salud canadiense (Health Canada), autorizó la apertura de 3 centros para inyecciones supervisadas en Montreal, en momentos en los que las autoridades federales intentan controlar la crisis por consumo de sustancias opioides.
Uno de los centros, para que los consumidores de estupefacientes puedan inyectarse de manera segura, estará ubicado en el barrio de Hochelaga-Maisonneuve y otros dos en el de Ville Marie, sudeste y centro de la ciudad, respectivamente.
“Esto tendrá un impacto importante y definitivamente va a salvar vidas”, afirmó al respecto la ministra canadiense de Salud, Jane Philpott.
Por su parte, el alcalde de Montreal, Denis Coderre, se pronunció en reiteradas ocasiones a favor de la apertura de esos establecimientos en la ciudad y fue uno de los temas que enarboló durante la última campaña electoral. El funcionario reconoció que se trata de un tema controvertido, por lo que siempre habrá personas que se opongan al mismo, pero sostuvo que también se trata de una cuestión de salud pública.
“Es algo que puede funcionar”, declaró Coderre, que expresó su satisfacción por contar con centros que tendrán como objetivo “ayudar a personas que están sufriendo y necesitan ayuda”.
Canadá cuenta en la actualidad con dos sitios para inyecciones seguras ubicados en la ciudad de Vancouver, Columbia Británica, en el oeste del país. Las leyes en vigencia permiten que esos locales funcionen sólo en circunstancias consideradas excepcionales.
El ministerio de Salud se encuentra analizando otros 10 pedidos de permisos para la habilitación de instalaciones similares, 3 para Toronto, 2 en Vancouver, 2 en Surrey, 1 en Victoria, 1 en Ottawa y 1 en Montreal, como dependencia móvil.
Quienes solicitan permisos para la apertura de esos lugares deben presentar pruebas médicas y evidencia científica de los beneficios de contar con ese tipo de facilidades.
Los centros de inyección segura tienen como objetivo impedir la propagación de enfermedades contagiosas y los efectos nocivos de las sobredosis de estupefacientes, mediante la entrega de agujas y jeringas descartables y la rápida asistencia médica en casos de urgencia.
El país viene enfrentando en los últimos meses un incremento de los casos de emergencias por consumo de drogas, que tiene uno de sus principales focos en la ciudad de Vancouver, donde los equipos de asistencia médica se ven desbordados a la hora de atender a las víctimas de sobredosis.
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