La música, en sus diversas variantes, es una expresión artística que acompaña a las personas desde tiempos inmemoriales.
En la actualidad, cuando la tecnología permite que la música esté presente en cada segundo de nuestros días, resulta difícil concebir un momento donde esta no existiera.
La voz humana, expresada en el canto, es parte esencial de esa historia.

A nuestro entrevistado, escuchar a María Callas y a Montserrat Caballé lo conectó con el mundo del “bel canto” de manera inextricable.
Ese estilo operístico, surgido a fines del siglo XVI en Italia, suele ser asociado en la actualidad a un público compuesto por una “minoría selecta”.
Rompiendo con los preconceptos que hablan de un distanciamiento de los jóvenes hacia la lírica, Víctor Cal y Mayor, mexicano de apenas 23 años, se encuentra en Canadá como estudiante de canto lírico en el Holland College, en la Isla del Príncipe Eduardo.
Él creé que el canto constituye una parte de la herencia cultural de la humanidad que es absolutamente necesario preservar.

Si bien empezó a intentar el registro de barítono, pronto descubrió que le resultaba fácil impostar las voces femeninas y que incluso se sentía más satisfecho con los resultados, recalando en las categorías de contralto mesosoprano o soprano.
Invitado a realizar cursos por la prestigiosa Universidad de Berkeley, espera poder en el futuro intentar suerte en prestigiosas academias musicales de Toronto o Montreal, de las que rescata la riqueza de su vida cultural.
El derrotero de un joven que comenzó a cantar en la intimidad de su hogar, emulando a las estrellas de la lírica que lo deslumbraban en los videos que consumía a través de YouTube…
Más detalles en la siguiente entrevista de Víctor Cal y Mayor, estudiante de canto lírico, con Luis Laborda.
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