La ciudad de Río de Janeiro, una de las más populosas de Brasil, no consideró en ningún momento la posibilidad de anular las celebraciones de su mundialmente famoso carnaval, a pesar de la crisis financiera por la que atraviesan las arcas fiscales, el malestar de la población ante la corrupción generalizada y la violencia.
Las festividades, que son uno de las decenas de atractivos turísticos de la urbe, se llevarán a cabo 6 meses después de los juegos olímpicos, de los que los cariocas ya casi no se acuerdan, agobiados por la situación económica del país.

Este viernes 24 de febrero dará comienzo a los desfiles del Carnaval de Río, uno de los más vistosos, coloridos y espectaculares del mundo.
La apertura de los festejos estará simbolizada en la entrega de las llaves de la ciudad al Rey Momo, personificación del carnaval. El acto se llevará a cabo en el denominado Sambódromo, escenario de los desfiles de bailarines y carrozas de las escuelas de samba y, como cada año, se espera la asistencia de decenas de miles de espectadores.
Los participantes se preparan durante todo el año para tomar parte en los desfiles que se llevarán a cabo durante 4 días, buscando elegir a la mejor comparsa.

De todos modos, la crisis obligó a varias “escolas” a recortar sus presupuestos y por primera vez en su historia el carnaval carioca se llevará a cabo bajo los signos de la austeridad.
“El carnaval es mucho más que una fiesta. Él nos ayuda a olvidar por algunos días los problemas de la vida. Es incluso más importante en tiempos de crisis, ya que permite reunir en las calles a un país desgarrado por las desigualdades de todo tipo”, dijo el humorista Gregorio Duvivier, miembro de varias comparsas callejeras que participan de los festejos.
Además de la crisis económica, Brasil se encuentra inmerso en un escándalo de corrupción sin precedentes, al que no escapan las principales autoridades políticas del país.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.