Los trabajadores mineros de la Escondida en Chile, la mayor mina de cobre del mundo, completaron el miércoles su tercera semana de huelga realizando bloqueos de caminos y con un fallo favorable sobre el pago de un bono, en una movilización que tiene paralizadas las operaciones de la empresa.
Los mineros sindicalizados bloquearon una importante ruta entre la porteña ciudad de Antofagasta y el yacimiento controlado por la transnacional BHP Billiton, lo que provocó una congestión vehicular en el sector y choques con la policía.
El sindicato denunció mediante comunicado que los agentes de seguridad reprimieron duramente a unos 800 trabajadores y dijo que los enfrentamientos dejaron a tres operarios con lesiones.
«Esta situación se ha originado en el profundo malestar de los trabajadores ante la intransigencia de la empresa», afirmó el sindicato.
En tanto, los patrones de la Escondida rechazaron los incidentes, afirmando que «como compañía reiteramos la necesidad de mantener este proceso de negociación dentro de un marco de legalidad».
La movilización se produjo después de que el sindicato de más de 2.500 afiliados informó que un juzgado ordenó a la empresa pagar en un plazo de 48 horas una bonificación correspondiente al año 2016.
La minera dijo que, aunque discrepaba de la medida decretada por el tribunal ya que la suspensión de pagos cumplía la normativa vigente, acataría la resolución y estaba gestionando los pagos a la brevedad posible.
Los trabajadores iniciaron la paralización de labores a inicios de febrero tras fracasar las negociaciones sobre un nuevo contrato colectivo, tras lo cual la empresa decidió no producir al menos en los primeros 30 días del conflicto.
Acusaciones cruzadas y el fracaso de una mediación del Gobierno han alejado la posibilidad de una pronta solución.
La empresa transnacional BHP posee el 57,5 por ciento de Escondida, que produjo poco más de un millón de toneladas en 2016. Además, participan Rio Tinto y un grupo de empresas japonesas, entre ellas la gigante Mitsubishi Corp.
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