Con el objetivo de frenar lo que denomina «la guerra del pan», el Gobierno de Venezuela ordenó que todas las panaderías pasen a manos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) chavistas. Según el presidente venezolano este «complot orquestado» por parte de los panaderos tiene como objetivo privar a las personas del alimento fundamental. Cuatro personas han sido arrestadas hasta el momento.
Esta semana, inspectores se presentaron en más de 700 panaderías de la capital Caracas para verificar la aplicación de una nueva ordenanza que especifica que el 90 por ciento de la harina de trigo debe ser destinada a la elaboración de panes salados con precio regulado, y no a hogazas y pasteles costosos.
«Llegamos a las panaderías para quedarnos y defender a nuestro pueblo como lo ordenó el Pdte. Obrero @NicolasMaduro. Tengan la seguridad de que el Gobierno Nacional, garantizará el pan para el pueblo», dijo William Contreras, superintendente para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos a través de la cuenta de Twitter de la entidad.
El gobierno venezolano tiene la intención a través de esta medida de combatir la escasez crítica y las largas filas para la compra de alimentos y medicinas, que han atacado a las familias venezolanas en los últimos tres años.
Venezuela atraviesa su peor crisis económica en varias décadas y ésta coincide particularmente con la crisis mundial del petróleo, la principal fuente de ingresos del país.
Maduro mantiene que los empresarios privados están saboteando la economía, acaparando productos y especulando con los precios, pero sus críticos alegan que las políticas económicas centralistas están haciendo colapsar al país.
Durante las inspecciones, dos personas fueron arrestadas porque el trigo en su panadería era usado «para producir sólo pan dulce, cachitos (un tipo de croissant) y otros productos; y escasamente se producía el pan canilla (baguette, con precio regulado)», dijo la Superintendente Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde).
El gremio que representa a los panaderos, Fevipan, ha pedido un encuentro con el presidente Maduro, argumentando que la mayoría de los establecimientos está funcionando con deficiencias de harina y porque consideran que les será muy difícil seguir operando bajo estas condiciones.

«Un mercado de controles puede generar mercados paralelos y hasta negros», Gabriela Aguzzi de NM Noticias.
El hecho de que ahora la harina sea controlada no garantiza que la población tenga pan ya que pone en riesgo a los establecimientos panaderos pues puede «provocar cierres definitivos de panaderías», agregó Aguzzi. La periodista abunda indicando que otros sectores que han pasado al control del gobierno han visto su producción disminuir considerablemente.
Radio Canadá Internacional con Reuters, AFP, AP e Infobae.
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