Mientras que el tiempo le empieza a faltar, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a los representantes republicanos reacios a su reforma del sistema de salud, que podrían perder sus escaños si no derogan y reemplazan la ley sobre la salud de Barack Obama. .
La cuenta regresiva se aceleró en vistas de una votación prevista para este jueves sobre un proyecto legislativo que tendría como efecto el desmantelamiento de una buena parte de la Ley sobre la Protección de Pacientes y los Cuidados Asequibles u ObamaCare, que ofrece una cobertura a unos 20 millones de estadounidenses desde su adopción.
Donald Trump se reunió a puertas cerradas con los republicanos pocas horas después que los dirigentes del partido hubieran revelado enmiendas para satisfacer tanto a los republicanos centristas como a los más radicales de la Cámara de Representantes.
Según el representante de Carolina del Norte, Walter Jones, el presidente Trump les advirtió que si su moción no pasaba, podría haber un “precio político” que pagar. Los republicanos que se presenten para las elecciones de medio mandato en 2018 podrían perder su empleo, dijo Mike Conaway, representante de Texas.
Durante una recaudación de fondos para el Partido Republicano el martes por la noche, el presidente Trump repitió que ya era hora “ponerse a trabajar y hacer lo que se tiene que hacer”.

Pero incluso con las enmiendas concedidas por los dirigentes del partido, la adopción de la ley en la Cámara no está asegurada. Un representante de la administración Trump que pidió el anonimato, dijo que la Casa Blanca trata de convencer a entre 20 y 25 republicanos recalcitrantes. Para que la ley sea adoptada, los republicanos se pueden permitir la defección de solo 21 republicanos.
Uno de los republicanos que se opone a la ley, el Senador Tom Cotton, alentó la Cámara a pulir el proyecto de ley, que él afirma no poder apoyar en este momento puesto que no soluciona los problemas cruciales de la ObamaCare.
La ley republicana disminuiría considerablemente el papel del gobierno en el sector de los seguros privados y limitaría el financiamiento federal al programa Madicaid. Esta ley aboliría también el aumento de impuestos a los contribuyentes más ricos instaurado por los demócratas para financiar la cobertura del presidente Obama. Por otra parte, los estadounidenses no estarían más obligados a comprar un seguro.
La Oficina del Presupuesto del Congreso estadounidense estima que de aquí al 2026, 24 millones menos de estadounidenses estarán cubiertos por un seguro si la ley republicana es adoptada, comparada lo que hubiera sido con la ObamaCare.
RCI/Associated Press
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