Los niños y jóvenes refugiados tienen un 43% más de riesgo de ser víctimas de un asalto de armas de fuego. Y los de América Central y África tienen entre 3 y 4 veces más riesgo de ser víctima de un asalto de armas de fuego en comparación con los niños y jóvenes nacidos en Canadá.
– Natasha Saunders, pediatra en Ontario
Las ventas de armas, la violencia con armas de fuego y las lesiones relacionadas con armas de fuego son mucho más comunes en Canadá de lo que se podría pensar. La Sociedad Canadiense de Pediatría dice que los médicos deben preguntar a los padres si tienen armas en casa. Y que deberían hablar sobre los riesgos para los niños.
Esto, en momentos en que un nuevo estudio sugiere que – en promedio – un niño al día es disparado con algún tipo de arma en la provincia de Ontario.
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Antes de que el hijo de Michelle St. Aubin, Darius Thorne, muriera a tiros en Oshawa, Ontario, en febrero pasado, ella ya estaba preocupada por las frecuentaciones que él tenía.
«Era un chico muy sociable», recuerda St. Aubin.
Ahora le preocupa cómo los niños y adolescentes tratan de resolver un conflicto. «Parecen ser ataques extremos de violencia, parece que es así cómo los jóvenes están resolviendo sus cosas estos días.»
“Estamos como muy eclipsados por los Estados Unidos, pero Canadá no tiene nada de qué estar orgulloso. Somos quinto en el mundo por las víctimas de un homicidio con armas de fuego.”
-Natasha Saunders, pediatra en Ontario

Investigadores del Hospital for Sick Children y el Institute for Clinical Evaluative Sciences analizaron las bases de datos administrativas y de salud con un enfoque puesto en lesiones por armas de fuego de residentes de la provincia Ontario de 24 años o menos, entre 2008 y 2012.
Natasha Saunders y su equipo del hospital de niños encontraron que de las 355 lesiones por arma de fuego cada año, aproximadamente de 23 a 25 niños o jóvenes – o alrededor del siete por ciento – mueren por esas heridas. Las muertes, pero no las lesiones, son parte de las estadísticas a nivel nacional.
«Cuando estábamos reuniendo todos los números, nos dijimos: ‘Oh, Dios mío, esto es increíble'», dijo Saunders en una entrevista a la radio pública canadiense, CBC. «Estábamos totalmente sorprendidos.»
Los médicos y pediatras de la sala de emergencias querían identificar a las poblaciones que corren el mayor riesgo, de manera que las estrategias de prevención de la violencia puedan ser bien dirigidas.
Ellos encontraron que el riesgo de ser víctima de un asalto de armas de fuego era 43 por ciento más alto para los refugiados que para los jóvenes nacidos en Canadá. Los refugiados fueron víctimas de agresión con armas de fuego en un promedio de 4.7 por cada 100.000 personas, en comparación con los no refugiados de 2.4 asaltos por armas de fuego por cada 100.000 personas.
Y la Dra. Saunders dice que dónde viven los niños – es un factor importante.
«Los niños urbanos tenían el doble de riesgo de ser víctimas de un asalto con armas de fuego, mientras que los niños de las zonas rurales tenían el doble de riesgo de sufrir una lesión no intencional».

Para las víctimas de disparos relacionados con una agresión, dónde nació un joven también parecía desempeñar un papel.
Los refugiados tienen un 43% más de riesgo de ser víctimas de un asalto de armas de fuego. Y los niños de América Central y África tienen entre 3 y 4 veces más riesgo de ser víctima de un asalto de armas de fuego en comparación con los niños nacidos en Canadá.
Los investigadores no pueden decir por qué esto está sucediendo en el país. Pero creen que las medidas de prevención con las pandillas pueden ayudar a los jóvenes en comunidades especialmente de alto riesgo.
A las armas siempre las carga el diablo

El estudio no detalla el tipo de lesiones o armas que se utilizan, dice Tony Bernardo, director ejecutivo de la Canadian Shooting Sports Association.
Los autores del estudio y la asociación incluyeron como armas de fuego pistolas BB y otras versiones no letales.
«Las armas modernas BB, disparan municiones con una velocidad suficiente para penetrar la piel, los ojos», dijo la Dra. Katherine Austin, autora de la declaración de la Canadian Pediatric Society. «Hay muertes por lesiones en el pecho, por lesión cerebral».
De 2008 a 2012, 3.688 canadienses de todas las edades murieron a causa de heridas de armas de fuego, que incluyen accidentes, suicidios y homicidios.
El grupo instó al gobierno federal a implementar controles más estrictos sobre cómo las personas adquieren, poseen y almacenan armas de fuego, incluyendo la clasificación de armas de aire comprimido y armas BB lo suficientemente poderosas como para causar lesiones oculares o penetración en la piel bajo la Ley de Armas de Canadá.
La sociedad desea que todos los proveedores de atención de salud aconsejen a las familias que las armas de fuego no deben estar presentes donde viven y juegan niños y adolescentes.
«Cuando un arma de fuego está presente, debe ser guardada de acuerdo con las regulaciones de la Ley de Armas de Fuego de Canadá: descargada, bloqueada y con munición separada «, escribió la asociación.
La seguridad de las armas de fuego también se convierte en un problema de salud pública, dijo el Dr. Alan Drummond, médico de la sala de emergencias de Perth, en Ontario, aunque no estuvo involucrado en el estudio.
Por ejemplo, al evaluar a una persona que entra en el departamento de emergencias con depresión, pensamientos suicidas o alcoholismo, «queremos estar seguros de que las armas de fuego no forman parte de la ecuación», dijo.
En la clínica, «como médico rural, cuando planteo el tema sobre las armas como una cuestión importante para mí y como un tema de seguridad para la familia y para la comunidad, se sientan y escuchan», dijo Drummond.
Los pacientes no piensan en armas de fuego en el contexto de promoción de la salud. «El abuelo trajo su arma a casa de la guerra, la guardó en el armario, ahí estaba siempre «, dijo Drummond. «Pero cuando empezamos a hacer preguntas, la gente dice: ‘Bueno, quizás nosotros también necesitamos tomar en serio el asunto”.
En la próxima etapa los investigadores esperan comparar el alcance del problema en Ontario con otras provincias.
Aunque la tasa canadiense de propiedad de armas de fuego es menor que la de Estados Unidos, es alta comparada con muchos otros países de altos ingresos, dijo la sociedad.
Armas y muertes de niños en América latina
De acuerdo con los estudios más recientes de Unicef y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, América Latina y el Caribe es la región con las tasas de homicidios entre niños y adolescentes más altas del mundo.
Considerado el estudio más completo sobre el tema hasta la fecha, el reporte asegura que, de acuerdo con estadísticas de 2012, en siete países de América Latina y el Caribe el homicidio es la principal causa de muerte entre varones de entre 10 y 19 años.
Se trata de Panamá, Venezuela, El Salvador, Trinidad y Tobago, Brasil, Guatemala y Colombia.
En esos países, el homicidio supera las muertes por accidentes de tránsito y enfermedades no transmisibles.
El estudio señala que los tres países con las tasas de homicidio entre niños y adolescentes más altas del mundo son: El Salvador, Guatemala y Venezuela.
Entre los principales factores sociales que actúan como catalizadores de violencia armada en la región están la urbanización rápida y descontrolada, un porcentaje alto de hombres jóvenes que no trabajan ni estudian, la alta desigualdad económica, un historial de conflicto armado reciente, acontecimientos violentos en países vecinos, migraciones masivas y, sobre todo, la presencia de narcotráfico y de grupos armados altamente estructurados.
RCI/ Christine Birak-CBC/UNICEF
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