El presidente sirio Bashar al-Assad declaró que el supuesto ataque con gas venenoso en la provincia de Idlib, del cual se acusa a su gobierno fue «cien por ciento una fabricación», utilizada para justificar el ataque posterior de Estados Unidos contra una base aérea siria, informó este jueves la agencia de noticias AFP.
Las fuerzas armadas de Siria renunciaron a todas las armas químicas en 2013 después de un acuerdo suscrito en ese momento, y no han vuelto a utilizar armamento de ese tipo, enfatizó Assad.
Estados Unidos y sus aliados argumentan que fue el ejército sirio el que cometió ese ataque en Idlib, algo que el Gobierno sirio ha negado enfáticamente y ha pedido una investigación.
El ataque del 4 de abril en la localidad de Khan Sheikhoun dejó decenas de muertos. De manera unilateral y sin la autorización del Consejo de Seguridad, Estados Unidos a lanzar un ataque con misiles crucero sobre una base aérea siria, en la primera acción militar directa contra el gobierno de Assad en el conflicto que lleva más de seis años.
Assad dijo que Siria permitiría sólo una investigación imparcial sobre el incidente con gas venenoso.
Rusia, un aliado de Damasco, vetó este miércoles una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que condenaba ese ataque e instaba al gobierno sirio a cooperar con las investigaciones.
Rusia asegura que el gas era parte de un arsenal de los rebeldes, una afirmación que los detractores del gobierno de Assad niegan categóricamente.
El ataque fue el incidente más grave desde que un ataque previo con gas sarín causó la muerte a cientos de personas en un suburbio rebelde de Damasco en el 2013, y que generó amenazas de una respuesta militar por parte de Estados Unidos.
Muestras tomadas desde Khan Sheikhoun la semana pasada revelaron la presencia del agente neurotóxico sarín, informó este jueves la delegación británica de la entidad supervisora global de armamento químico, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
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