El flujo de migrantes a Canadá provenientes de Estados Unidos no se detiene, más bien lo contrario. En enero y febrero pasados, 1.176 solicitantes de asilo han cruzado la frontera con Canadá ilegalmente por el Roxham Road, cerca de Hemmingford, Quebec. Esto se ha convertido en una verdadera crisis que Canadá tiene dificultad para gestionarla con recursos limitados.
La Real Policía Montada de Canadá interceptó a 1.860 personas que ingresaban de Estados Unidos en los primeros tres meses de 2017
El número de solicitantes de asilo que atraviesan ilegalmente la frontera de los Estados Unidos a Canadá sigue aumentando, aunque el gobierno dice que todavía representan sólo una fracción del total de las nuevas llegadas al país.
En marzo, la RCMP interceptó a 887 personas que ingresaban al país por fuera de un punto de cruce oficial, frente a 658 en febrero y 315 en enero. Eso eleva el total de los primeros tres meses de 2017 a 1.860.

Estados Unidos se lava las manos, dicen en Quebec
«Los Servicios Fronterizos de Canadá están enfurecidos,» dice el presidente nacional del Sindicato de Aduanas e Inmigración, Jean-Pierre Fortin. «Ellos están convencidos de que los estadounidenses quieren deshacerse del problema dejando pasar a los inmigrantes por el camino Roxham, en lugar de conducirlos al puesto fronterizo de Lacolle «, dijo.
Puede que los servicios canadienses discutan el tema con sus homólogos de Estados Unidos sobre una base diaria, pero nada cambia, acota.
Del lado estadounidense, en el puesto fronterizo de Champlain, en el estado de Nueva York, el agente Norman Lague dice que no puede obligar a los migrantes a pasar por Lacolle si tienen estatus legal en los Estados Unidos.
«No hay ninguna ley de Estados Unidos que diga que hay que detenerlos o llevarlos a un lugar específico.» Y agregó: «No es un delito en EE.UU. cruzar ilegalmente la frontera con Canadá. »
El agente Lague dice que su trabajo consiste en asegurar la frontera.

Diferentes percepciones en Quebec
En Quebec, la percepción es otra. El oficial de policía retirado François Doré, que vive en el camino Roxham, explica la situación. «Ellos saben muy bien que Lacolle los rechazará en el marco del acuerdo Canadá-Estados Unidos del tercer país seguro. Al traerlos aquí, al camino Roxham, los dejaran pasar”, dice.
En su opinión, los agentes fronterizos de Estados Unidos «se sacan el problema de encima, es claro.»
El agente fronterizo estadounidense Lague replica que solo cumple con su trabajo. Además, especifica que hace lo que puede en base a sus recursos limitados, es decir, 300 agentes por 800 kilómetros de frontera de la que es responsable, en referencia a los estados de Nueva York, Vermont y New Hampshire.
De hecho, la agencia de servicios fronterizos con Estados Unidos, la United States Border Patrol tiene 21 000 miembros, de los cuales sólo 2.000 están asignados a la frontera con Canadá, considerada de menor riesgo por las autoridades de Estados Unidos.
Canadá se encuentra en una situación delicada frente al gigante estadounidense, que, desde el 11 de septiembre de 2001, adoptó políticas estrictas para la seguridad de sus fronteras, mientras que muestra una cierta laxitud frente al vecino canadiense.
RCI/ Radio Canadá
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