El sueño del vuelo aéreo personalizado ha estado restringido durante mucho al mundo de los entusiastas de la ciencia ficción. Pero la realidad de los llamados coches voladores podría estar más cerca de lo que uno piensa, al menos, según Uber.
A finales de abril, la compañía de viajes compartidos anunció su objetivo de crear una red de taxis voladores en Dubai y en el área de Dallas en 2020. Uber es sólo una de las muchas compañías de tecnología y transporte en la carrera para diseñar algo que podría cambiar completamente la forma en que viajamos y vivimos.
Pero no hay que llamarlos coches voladores.
«Muchas personas en la industria desprecian ese término, sienten que no es una manera muy precisa de describir lo que realmente están trabajando», dice Andrew Hawkins, un reportero en The Verge.
«Aquí no estamos hablando de un Buick o un Chevy con alas pegadas. Más bien se asemeja a un helicóptero muy ligero».
Hawkins le dijo a la periodista de CBC, Anna Maria Tremonti, en el programa The Current, que los defensores prefieren el término VTOL, o avión de Despegue y Aterrizaje Vertical.
El servicio de taxis propuesto por Uber espera poder transportar de cinco a ocho personas en el VTOL que está desarrollando.
Larry Page, cofundador de Google, está desarrollando otro vehículo volador con su compañía Kitty Hawk.
«Parece más como un vehículo medio acuático, un vehículo semirrígido tipo bici-aero-transportador. Fue un prototipo que lucía muy extraño», dice Hawkins.
Las hélices de hoja abierta de Kitty Hawk Flyer son una preocupación por la seguridad para Missy Cummings, quien es una investigadora de transporte aéreo en la NASA y directora del Humans and Autonomy Laboratory de la Universidad de Duke.
«Son increíblemente peligrosas», le dice a Tremonti.
«Puede ser un vehículo de gente rica, pero si uno de los esposos quiere deshacerse del otro, puede que sea un juguete que se quiera comprar».
Cummings cree que estamos a unos diez años de un servicio aéreo como el que Uber está proponiendo.
Y Michael Wade, director del Centro Mundial para la Transformación Empresarial Digital, está de acuerdo en que aún quedan varias barreras a superar.
Señala los retos regulatorios y de licencias, las preocupaciones de privacidad y seguridad, y los costos exorbitantes como algunos de los problemas a superar, además del obstáculo tecnológico de un vuelo con baterías.
El serio problema de los embotellamientos en las carreteras
«Creo que el momento en que todos vamos a tener una de estas cosas en nuestras cocheras está muy lejos en el futuro», dice Wade.
Una de las principales fuerzas impulsoras detrás de este tipo de vehículos es el embotellamiento, de acuerdo con Hawkins.
«Es muy difícil conducir en cualquier lugar en estos días, especialmente en los principales centros urbanos. Esto está llevando a mucha frustración y estas empresas de tecnología creen que pueden ganar un poco de dinero pasando por encima de las carreteras y viajando por el aire».
Hawkins dice que los planes inmediatos de Uber son desarrollar una flota de aviones VTOL que usarían un vertiport (estacionamiento) a nivel de la calle o en la parte superior de los edificios, y el servicio aéreo sería una extensión de su servicio regular de transporte terrestre. Si un cliente necesita llegar al aeropuerto, podría tomar un coche Uber para el viaje completo, o tomar un coche Uber hasta un vertiport más cercano y utilizar un VTOL para el resto del viaje.
Otros se preocupan por la logística de los coches voladores. El CEO de Tesla Elon Musk ha planteado preocupaciones sobre la contaminación acústica y ambiental que podría crear el VTOLS.
Pero a pesar de todos los desafíos, Cummings dice que los coches voladores son sólo una cuestión de tiempo.
«Estamos más cerca de lo que creemos, le dijo a The Current.»
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