La República Democrática del Congo se enfrenta a un nuevo brote de la fiebre hemorrágica del Ébola en una zona de difícil acceso en el noreste del país, donde la enfermedad ya cobró tres vidas desde su aparición el pasado abril 22 según la Organización Mundial de la salud (OMS).
El último brote de Ébola en el país se remonta a 2014.
La nueva epidemia afecta un área de la selva tropical en la provincia de Bas-Uélé, en la frontera con la República Centroafricana, señaló la OMS en un comunicado difundido este viernes en Kinshasa.
Ante las cámaras de la televisión estatal, el ministro congoleño de Salud, Oly Ilunga, confirmó el regreso de la enfermedad, invitando al mismo tiempo a la gente a que no entre en pánico.
La República Democrática del Congo «ha tomado todas las medidas necesarias para responder con rapidez y eficacia a este nuevo brote de la enfermedad de Ébola,» dijo el ministro Ilunga.
La OMS dice que «trabaja en estrecha colaboración» con las autoridades congoleñas «para facilitar el despliegue de equipos de protección y de personal en el terreno a fin de reforzar la vigilancia epidemiológica y controlar la epidemia lo más rápidamente posible.»
La RDC ya ha enfrentado siete brotes de Ébola, la más recientemente en 2014, mientras que el África del Oeste también se vio afectada por la enfermedad.
El brote congoleño fue distinto del de África Occidental, el peor jamás registrado ya que dejó más de 11.000 muertos en Guinea, Sierra Leona y Liberia entre 2013 y 2015, suscitando un gran temor mundial.
Rápidamente circunscrito al Congo, el Ébola causó oficialmente 49 muertos en menos de tres meses después de su reconocimiento por parte de las autoridades.
Naciones Unidas elogió el «gran trabajo» llevado a cabo por Kinshasa y sus socios, como la OMS y Médicos sin Fronteras contra esta grave enfermedad.
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