Photo Credit: PC / Jacques Boissinot

Efecto del conflicto sobre la madera de construcción comienza a hacerse sentir en Canadá

Centenares de trabajadores del sector forestal comienzan a sentir ya los efectos del conflicto comercial entre Estados Unidos y Canadá sobre la madera de construcción. En este momento, una delegación de alcaldes quebequenses se encuentra en Washington hasta el martes 16 de mayo, para sensibilizar a los parlamentarios estadounidenses sobre la importancia de llegar a un acuerdo en este importante sector.

A partir de este lunes 15 de mayo, la compañía maderera Resolu reducirá los horarios de trabajo en 7 aserraderos y pospondrá el inicio de algunas de sus actividades forestales que afectarán directamente a 1282 trabajadores.

De forma paralela a las decisiones anunciadas por las compañías del sector de la madera de construcción, la misión de alcaldes de la Unión de Municipalidades de Quebec mantiene reuniones con congresistas estadounidenses y otras asociaciones del sector forestal. Tienen previsto encuentros con dirigentes de la U.S. Lumber Coalition y la con la Asociación Nacional de Constructores de Casas.

© Radio-Canada

Los más pesimistas temen una guerra comercial parecida a la del año 2000 y se preparan una vez más a una reducción de sus ingresos y a la incertidumbre. Algunos camioneros que transportan la madera de Quebec hasta Estados Unidos afirman que estos paros de trabajo no son nunca fáciles.

En el transcurso de los conflictos anteriores en el mismo sector, Canadá perdió unos 20.000 empleos en la industria forestal entre el año 2000 y 2006. Alrededor de 400 aserraderos cerraron completamente sus puertas entre el 2004 y el 2009. El sindicato que representa a unos 24.000 trabajadores forestales de 134 empresas, evalúa que los derechos compensatorios impuestos por Estados Unidos podrían afectar a unos 25.000 empleos en Canadá.

© ICI Radio-Canada

Según la compañía Resolu, el efecto inmediato sobre la industria maderera es atribuye ampliamente a la inestabilidad de los precios corrientes debido a la imposición de derechos compensatorios. Por otro lado, Resolu piensa que algunos de sus clientes estadounidenses hicieron algunas reservas de madera en previsión del aumento de los precios.

La industria forestal de Quebec es una de las primeras en sentir los efectos de la política del presidente estadounidense Donald Trump. Una fábrica de la provincia de Nueva Brunswick tuvo ya que cerrar sus puertas y despedir a 6 empleados. La propietaria de la compañía de Fredricton, explica que tuvo que cerrar por lo menos por 6 meses.

Todavía no ha habido ningún cierre de compañías del sector en el oeste canadiense, pero los trabajadores de la región están inquietos, afirma Bob Matters, presidente del Consejo de la Madera del Sindicato de los Metalos.

Radio Canadá/La Presse Canadienne

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