Un atentado suicida, llevado a cabo con un camión cargado de explosivos, afectó una zona de embajadas de Kabul, matando al menos a 80 personas e hiriendo a más de 350.
Una gigantesca columna de humo pudo verse en el momento del estallido en la zona de la capital de Afganistán, que por ser asiento de varias delegaciones diplomáticas cuenta con una seguridad reforzada permanente.
El objetivo específico del ataque no fue aún establecido, pero un vocero del ministerio de Salud afgano informó que la mayoría de las víctimas eran civiles, incluyendo a mujeres y niños.

Se trata de uno de los peores ataques que sufre la ciudad desde el accionar de fuerzas extranjeras a fines de 2014. El hecho generó además críticas en torno a la habilidad del gobierno para proveer seguridad en una nación sacudida continuamente por los conflictos armados.
Imágenes difundidas por medios de comunicación mostraban varias sedes diplomáticas con graves daños materiales, entre ellas la embajada de Alemania.
Pakistán, Alemania y Japón confirmaron que miembros del personal de sus representaciones resultaron heridos en la explosión.
Un chofer que trabajaba para la BBC británica perdió la vida y otros 4 periodistas resultaron lesionados. También un reportero del canal afgano Tolo murió y Alemania confirmó que personal de seguridad afgano que estaba afectado a la custodia de su embajada también fue víctima del atentado.

La agresión ocurrió en la hora punta de Kabul, cuando las calles se encuentran atiborradas de personas y vehículos.
Un vocero del ministerio del Interior sostuvo que el atacante hizo estallar un camión cargado con explosivos cerca de una de las intersecciones de calles más concurridas, en el distrito de Wazir Akbar Khan.
El barrio es considerado como la zona más segura de la ciudad.
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