La iniciativa plantea que la ciudad canadiense del acero, Hamilton, donde 80.000 personas viven por debajo del umbral de pobreza, sea la primera en probar la eficacidad de un proyecto en el que personas seleccionadas recibirán, además de los salarios por sus empleos, un ingreso mínimo garantizado.
El proyecto piloto que costará 50 millones de dólares al gobierno liberal de Kathleen Wynne, tendrá una duración de tres años, durante los cuales los 4.000 participantes en las tres comunidades seleccionadas, recibirán beneficios que representan aproximadamente el doble de la cantidad del dinero que recibiría con el Programa de Asistencia Social federal. Para una persona anciana, la suma será de 16.989 dólares por año, alrededor de 1.400 por mes.
Un proyecto piloto que ya dio resultados en el pasado
En Manitoba, en la región de las Praderas canadienses, la profesora del Departamento de Economía de la Universidad de Manitoba, Evelyn Forget, analizó los resultados de un proyecto piloto similar realizado entre 1974 y 1979 por el gobierno federal en el Municipio de Dauphin, Manitoba.
«Se observó un impacto significativo en la calidad de vida, dice ella. Las tasas de hospitalización disminuyeron un 8,5% y los problemas de salud mental también decrecieron.»
Forget añadió que el ingreso mínimo garantizado también tuvo implicaciones en otros programas sociales del gobierno.
«(Actualmente los gobiernos están) invirtiendo mucho para hacer frente a las consecuencias de la pobreza», dice ella. Uno podría pensar que un proyecto de este tipo podría reducir la demanda de educación especial y también reduciría la delincuencia juvenil. «
En la experiencia de Dauphin, los participantes no dejaron de trabajar para disfrutar del ingreso mínimo garantizado y los jóvenes tuvieron la oportunidad de continuar sus estudios con el fin de obtener mejores puestos de trabajo.

Excepticismo
«Muchos actores de la comunidad son escépticos, dice Tom Cooper, director de la Red de lucha contra la pobreza de la ciudad de Hamilton. «Algunos lo consideran como una distracción del gobierno y temen que lo utilice como excusa para no invertir más en otros programas sociales como el de las viviendas accesibles.»
Algunos de esos temores fueron planteados el martes, cuando el gobierno Wynne anunció una importante reforma de las normas de trabajo que, entre otras cosas, aumenta el salario mínimo a 15 dólares la hora, por primera vez en la historia de Canadá, además de proporcionar el programa de Licencias de emergencia para todos los trabajadores.
El gobierno de Ontario espera que el proyecto piloto comenzará formalmente a finales de este otoño 2017.
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