Brasil contabilizó 59.080 homicidios en 2015, es decir 161 por día, cuyas víctimas principales son los jóvenes e integrantes de la población negra del país, según cifras difundidas el lunes.
La medición, dada a conocer por el Atlas de la Violencia 2017, confirma el alcance de la violencia en la nación sudamericana de 200 millones de habitantes.
El informe fue elaborado en conjunto con el Instituto Brasileño de Encuesta Económica Aplicada (IPEA).
Una funcionaria del Foro de Seguridad Pública, Samira Bueno, dijo que la cantidad de muertos que deja la violencia en el país “equivale a la caída cada día de un avión Boeing 737”, del que no hay sobrevivientes.
La tasa de homicidios alcanzó 29,8 por cada cien mil habitantes, muy por encima de los 10 asesinatos para la misma proporción de población considerados como violencia endémica por parte de Naciones Unidas.
“Se trata de casi 60.000 muertos por año, sabiendo que las principales víctimas son los jóvenes y los negros, así como las personas con bajo nivel de escolaridad”, dijo Daniel Cequeira, investigador del IPEA.
El funcionario denunció que es debido al segmento de la población que más padece la violencia que la sociedad y el Estado brasileños “no están sensibilizados a la necesidad de instrumentar políticas eficaces para poner fin” al flagelo que vive el país.
Más de 318.000 jóvenes de 15 a 29 años fueron víctimas de homicidio en Brasil entre 2015 y 2015. Sólo ese último año, la cifra alcanzó a 31.264 personas, es decir, el 54.1 por ciento del total.
Según la publicación, el 71 por ciento de los muertos por la violencia son de raza negra.
El mismo estudio sostiene que la situación no ha dejado de agravarse en los últimos años y que la población negra tiene un 23,5 por ciento más de riesgo de ser asesinada que los miembros de otros segmentos de la población.
El 71,9 por ciento de los homicidios contabilizados fue llevado a cabo mediante el uso de armas de fuego.
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