El 5 de noviembre del 2016 por la noche, Pamela Muñoz viajaba en el auto con sus hijas, Jasmin y Francie cuando un polícia de Toronto la detuvo. Según el agente, Pamela pasó en la luz roja y según Pamela, en la amarilla. Fue justamente este desacuerdo y el alto precio de la multa que el policía impuso (325$), lo que incitó a Pamela a pedir una revisión de su caso a la corte municipal. Al pedir evidencia en su contra, Pamela descubrió en el video que la policía le dio, mucho más de lo que hubiera querido.
La manera en que el policía se refirió a su hija Francie, con síndrome de down, una condición genética que existe por la presencia de una copia suplementaria del cromosoma 21 en una persona, la hirió y la molestó como madre y como ciudadana de una sociedad en la que los valores del «respeto a la diferencia» es particularmente subrayado.
Escuche su testimonio:
EscucheLa familia Muñoz, Francie y Pamela en particular, recibieron las disculpas del presidente de la Asociación de Policía de Toronto (Toronto Police Association) así como del alcalde de la ciudad quienes, según Pamela, se portaron muy bien y fueron muy sensibles a la situación que vivieron.
Aún así ellas esperan que los dos agentes, tanto el que hizo los comentarios inapropiados e irrespetuosos sobre Francie, como el que asintió y rió de ellos, se disculpen personalmente, con Francie et con la comunidad de personas con síndrome de Down.
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