El revestimiento exterior instalado en la torre Grenfell podría haber jugado un rol determinante en la propagación de las llamas que destruyeron el edificio de 24 pisos ubicado en uno de los barrios más populosos de Londres y que, hasta el momento, produjo al menos 30 muertos.
La fachada había sido modificada durante unos trabajos de renovación por la firma Rydon, que aseguró haber respetado todas las normas vigentes en materia de construcción y de seguridad contra incendios.
Los paneles utilizados para el revestimiento contienen polietileno, una sustancia plástica, ubicado entre dos capas de aluminio de tan sólo 4 milímetros de espesor.
La firma que fabrica esos elementos sostuvo que los mismos respetan la norma británica sobre materiales para la construcción. Sin embargo, dichos paneles están prohibidos en otros países, entre ellos Estados Unidos.
Reglas más estrictas, que exigían el uso de materiales que pudieran resistir las llamas al menos durante una hora, fueron derogadas en 1986, bajo el gobierno de conservador de Margaret Thatcher.
Según expertos de la Asociación de Protección Contra Incendios, los dispositivos en cuestión pueden favorecer la rápida propagación de las llamas, que es lo que ocurrió durante el incendio de la torre Grenfell, en la que el fuego destruyó la mayoría de los 24 pisos del edificio con una velocidad inusitada, dejando a decenas de ocupantes del inmuebles sin vías libres para poder escapar.
La calidad de los trabajos de renovación efectuados fue duramente cuestionada por los habitantes del edificio en numerosas ocasiones. Meses atrás se habían sucedido las denuncias en torno a la falta de dispositivos eficaces de prevención de siniestros, entre los que se cuenta, por ejemplo, el mal funcionamiento de las alarmas contra incendios.
Recién en la mañana del viernes 16 de junio los bomberos lograron extinguir el fuego.
Las tareas de remoción de escombros y de búsqueda de posibles cuerpos se tornan dificultosas, ante el estado precario en el que quedó la estructura del inmueble tras el incendio. Los equipos de socorristas y peritos intentan asegurarse de que no ocurrirán derrumbes durante los trabajos de inspección.
El número de muertos no deja de crecer con el paso de las horas y las autoridades no descartan que, ante la cantidad de personas que permanecen desaparecidas desde el siniestro, la cifra pueda alcanzar a los 100 decesos, lo que convertiría al incendio de la torre Grenfell en una de las peores tragedias ocurridas en la capital británica en los últimos tiempos.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.