Con el paso de las horas, se complica cada vez más la situación del presidente de Brasil, Michel Temer, quien se encuentra en riesgo de convertirse en el primer mandatario de ese país en ser acusado criminalmente.
El documento redactado por el procurador general brasileño describe a Temer como “intrigante, arrogante y corrupto”, al que acusó de llenar sus bolsillos con dinero ilegal, proveniente del cobro de sobornos.
La acusación formal, presentada a última hora del lunes 26 de junio, pone al presidente bajo mayor presión para renunciar a su cargo, decisión que ya había sido solicitada por algunos de los principales aliados políticos de Temer.

Por su parte, el titular del ejecutivo brasileño sigue negando haber cometido cualquier acto irregular o ilegal, y hasta el momento se mantiene firme en su negativa a dimitir.
El procurador general, Rodrigo Janot, inició su investigación el mes último, provocando una caída en los mercados y una fuerte devaluación del real brasileño con respecto al dólar estadounidense.
Ese fue también el momento en que numerosos legisladores integrantes de la coalición en el gobierno comenzaron a mostrarse remisos en seguir brindando su apoyo incondicional al mandatario.
La acusación de corrupción contra el presidente, sospechado de haber cobrado sobornos, podría llevar a temer a convertirse en el primer jefe de estado en ejercicio en Brasil en ser acusado criminalmente, lo que podría derivar en su destitución.
En el caso de los anteriores presidentes despojados de su cargo, Fernando Collor de Melo y Dilma Rousseff, el primero renunció antes que la moción de censura fuera aprobada y la segunda fue acusada de “maquillar” cuentas públicas, pero no pesó ningún cargo de corrupción sobre ella.

El texto elaborado por Janot deberá ser estudiado ahora por la Cámara de Diputados en el Congreso. Son necesarios dos tercios de los votos de los legisladores para que el proceso pueda continuar. Si se llega a esa instancia, el paso siguiente será la suspensión del presidente por un período de hasta 180 días, mientras se lleva a cabo el juicio. En tal eventualidad, el presidente de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, aliado de Temer, asumirá la presidencia interina del país.
El actual presidente se encuentra en el momento más bajo de su nivel de aprobación, como consecuencia de la grave crisis económica por la que atraviesa el país más industrializado de América Latina y por la seguidilla de escándalos por corrupción que sacuden una y otra vez a su gobierno, y que ha provocado un malestar generalizado en la población.
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