El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia confirmaron formalmente el desarme total de la principal guerrilla del país, estipulado en el acuerdo de paz celebrado entre ambas partes en 2016.
El ex jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, conocido por su alias de guerra “Timochenko”, dijo a través de su cuenta en Twitter que siente una gran emoción y tiene grandes expectativas al franquear una nueva etapa en el proceso de pacificación del país, sometido durante más de 5 décadas a enfrentamientos armados que cobraron decenas de miles de víctimas.
El lunes 26 de junio, la misión de Naciones Unidas encargada de supervisar el proceso de desarme y de destrucción del arsenal anunció que cerca de 7.000 combatientes entregaron sus armas.
El hecho constituye “el inicio de una nueva Colombia, que avanza hacia la paz”, sostuvo a su vez el presidente Juan Manuel Santos, también mediante un mensaje difundido por Twitter.
El conjunto del proceso, que llevó a Santos ser galardonado con el premio Nobel de la Paz, busca poner punto final al conflicto armado más antiguo en América Latina, en el que además de las FARC participaron otras guerrillas, grupo paramilitares y las fuerzas regulares colombianas.
Como resultado de más de medio siglo de violencia, al menos 260.000 personas resultaron muertas, 60.000 permanecen desaparecidas y cerca de 7,1 millones de fueron desplazadas de sus hogares.
La semana última, Santos había dicho que las FARC están a punto de desaparecer, posibilitando un cambio en la historia del país.
La organización guerrillera se comprometió a abandonar la violencia y a reconvertirse en una fuerza política legal, con la que buscará seguir influyendo en la realidad colombiana.
El acuerdo de paz al que llegaron ambas partes, estipula además el pago de indemnizaciones a las víctimas de la violencia, la reforma agraria y el combate al narcotráfico.
Al hacer referencia a la entrega de las armas, uno de los responsables de las FARC, Mauricio Jaramillo, sostuvo que las mismas “cumplieron una función en un momento determinado, hoy tomamos una decisión política y no las necesitamos más”.
Tres monumentos que estarán compuestos por el material obtenido de la fundición de las armas serán erigidos en Nueva York, Cuba y Colombia, simbolizando el fin de la violencia.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia nacieron de una rebelión campesina en 1964.
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