Estrés en el trabajo
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Lo que necesita saber sobre el estrés

El estrés es necesario. Sin él, imposible sobrepasarse, estar alerta, incluso, tener ganas de levantarse.  Pero más allá de cierto punto, y según cada persona, reduce y afecta el rendimiento. ¿Qué es el estrés? ¿Por qué lo vivimos? ¿Cómo perjudica nuestras vidas y las de los que nos rodean?

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© Radio Canada

¿Cuál es el mal del siglo? ¿La soledad? ¿Las guerras? ¿Es la falta de sueño? Ninguno de esos. Es el estrés. Hans Hugo Bruno Selye  fue Director del Instituto de Medicina y Cirugía Experimental de la Universidad de Montreal. En 1950 publicó su investigación más famosa, «El estrés«, un estudio sobre la ansiedad. Es considerado el padre del estrés.

En 1977, hace 40 años, cuando se le preguntó a Selye si el hombre moderno era el más estresado a través de la historia respondió que el hombre de las cavernas estaba tan estresado como sus descendientes. Y que lo que nos caracterizaba a nosotros era que estamos convencidos que somos los más estresados poco importa la época. Sonia Lupien, Directora del Centro de Estudios sobre el Estrés Humano, está de acuerdo con él.

“Absolutamente. Porque lo que hicimos desde ese entonces fue distinguir entre el estrés absoluto y el relativo. El absoluto corresponde a los hombres prehistóricos. Era una amenaza a su sobrevivencia.  Ante eso el cerebro dice correr para sobrevivir. Hoy ya no tenemos mucho de eso. Hoy estamos en un país rico, educado, saludable. Sin embargo, existe un medio de trabajo donde el 50% de la gente está estresada. Eso, porque estamos rodeados de estresadores relativos”.

Sonia Lupien empezó sus estudios analizando el envejecimiento y la memoria. Se dio cuenta de que las personas de edad podían sufrir de estrés, y que estaban tan o más estresados que nosotros. Allí empezó su doctorado sobre el estrés. Hoy es una de las grandes expertas en el tema. Al igual que todo el mundo, sufre también de estrés. La diferencia, dice ella, es que sabe cuándo está estresada. Es capaz de reconocerlo físicamente. Y puede actuar sobre él. Sobre todo cuando desborda hacia sus hijos y las personas alrededor. Qué hace para desestresar?

Saco a pasear el perro. Otros prefieren el yoga, aunque hay estudios que demuestran que en las personas muy activas pedirles que hagan yoga aumenta las hormonas del estrés.

No hay un método universal para administrar el estrés, señala. Todos somos diferentes.

Hombres y mujeres frente al estrés

Hoy estamos rodeados de estresores relativos, dice la científica canadiense. Una persona va a producir una respuesta de estrés, hormonas de estrés que la van a enfermar. Según cómo se interprete la situación, hay cuatro elementos característicos:

– Tiene la impresión de no tener el control de una situación.

– La situación es inesperada.

– Usted está ante una situación nueva.

– La situación representa una amenaza para su ego.

No hacen falta los cuatro al mismo tiempo pero si eso ocurre, peor es, dice la neurocientífica.

Siempre le pregunto a la gente quién estresa más fácilmente, hombres o mujeres. La mayoría dice una mujer. Es falso. Los hombres son tres veces más estresables que las mujeres.

Investigaciones en Alemania encontraron algunos factores para explicar esto y que la mejor manera de negociar el estrés es a través de un apoyo social. No se sabe muy bien cómo funciona. Lo que hicieron los científicos alemanes fue pedirles a los hombres que vinieran al laboratorio del estudio acompañados de sus esposas para que los apoye en momentos de estrés. Y se les pidió a las mujeres de venir con sus esposos, con el mismo objetivo. Durante las pruebas estresaron a los participantes y encontraron lo contrario. Las mujeres estresaban más.

«El estrés laboral es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) una epidemia global. Es el único riesgo ocupacional que puede afectar al ciento por ciento de los trabajadores. Genera alteración del estado de salud, ausentismo, disminución de la productividad y del rendimiento individual, y aumento de enfermedades, rotación y accidentes.

Los resultados inesperados

El estrés del señor disminuía  cuando su mujer estaba a su lado apoyándole. Pero en la señora, cuando su marido estaba a su lado para apoyarla, el estrés aumentaba.   

Lupien le preguntó a sus colegas alemanes cómo podían explicar eso. ¿Será una cuestión de sexo, se preguntaron? Hicieron otro estudio y le pidieron a los hombres que vinieran acompañado por su mejor amigo para que lo apoye en situación de estrés y lo mismo a las mujeres. En ese nuevo estudio, los resultados mostraron que el mayor estrés se daba entre los hombres.

“Eso nos dice algo importante. Cuando los hombres están estresados se benefician mucho del apoyo de sus esposas. Y las mujeres cuando están estresadas van a aprovechar más  del apoyo de sus amigas”.

No se habla de diferencias individuales que van a separar a dos grupos dice Lupien. Somos bastante parecidos.  Aquí se puede hablar de un 25% de variación que se va a obtener en la respuesta fisiológica entre los hombres y mujeres en función de quien le va a dar el apoyo.

Entonces no se puede generalizar, pero son datos a tomar en cuenta.

Trasmisión del estrés a los hijos

“Eso lo demostré en el año 2000, señala la doctora Lupien. El desborde del estrés de los padres sobre los hijos. Demostré que más papá y mamá estresaban, más sus propios hijos iban a producir la hormona del estrés, porque los padres son generadores de imprevisibilidad. Si usted llega a la casa siempre impaciente, un niño de dos años ya tiene un sistema de detección del estrés que va a activar las hormonas.

Antes se estudiaba el estrés solo en el individuo. Hoy se está socializando el estudio del estrés. Podemos quedarnos solos en la casa rumiando nuestro estrés sobre todo lo negativo que nos ocurre.

Pero nos damos cuenta que los otros pueden también tener un  efecto positivo  sobre nuestro estrés. Y eso es lo que lo convierte en interesante.

La curva que une el estrés y el rendimiento sobre cualquier objetivo es una U inversa. El estrés hace falta para lograr lo que se busca, hace estar atento, tener el gusto de vivir. Pero pasado un cierto punto, decae. Y ese punto, que ella llama punto de resistencia es diferente en las personas. Hay gente que tiene poca resistencia al estrés. Hay otras que lo soportan sin problema.

Estrés y vientres hinchados

La neurocientífica hace hincapié en  la distribución de la grasa. No tiene nada que ver con el peso de una persona. Da el ejemplo de alguien que pesa 50 kilos, pero que tiene grasa abdominal.

“El cerebro es el que decide donde enviar la grasa. Y cuando decide enviarla al abdomen, para nosotros es un marcador de estrés crónico”.

Deporte y estrés

Un estudio canadiense ubica al deporte en el octavo lugar en la estrategia de lucha contra el estrés. Detrás del optimismo y detrás de la plegaria.

“La persona estresada tiene un aliado: los deportes. «Hay que perder la energía que se ha acumulado. Cuando se está estresado se moviliza toda la energía necesaria para matar al mamut. La energía da fuerza.  Hoy en día, no la gastamos y por eso sufrimos. »

Sonia Lupien es Directora del Centro de Estudios sobre el Estrés Humano del Instituto Universitario de Salud Mental en Montreal.  Es doctora en neurociencias y autora de Entre el amor y el estrés, 2010.

Fue entrevistada por Sophie-Andrée Blondin.

Categorías: Salud
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