Líderes de todo el mundo convergen hacia Hamburgo, Alemania, donde la cumbre del G-20 se abrirá oficialmente mañana. En esta ciudad, donde miles de personas manifiestan en los últimos días, las discusiones sobre la lucha contra el cambio climático se anuncian tormentosas.
«No podemos y no esperaremos a que la última persona en la Tierra esté convencida de la evidencia científica del cambio climático», dijo la semana pasada la canciller alemana Angela Merkel en el Bundestag, el parlamento alemán.
Una frase reveladora acerca de las intenciones de la jefe de gobierno de la cumbre del G20 que tendrá lugar en su país en Hamburgo.
Esta será la primera reunión internacional importante desde el anuncio de la retirada del Acuerdo de París por el presidente estadounidense Donald Trump, el mes pasado. Él había esperado después de la reunión de los líderes del G-7 en Italia para confirmar sus intenciones.
El acuerdo alcanzado en 2015 podría estar en el centro de la discusión en los próximos días entre Berlín y Washington. Sobre todo que Alemania está en plena la campaña electoral.
Para Angela Merkel, el G-20 no es sólo un encuentro internacional, es también una manera de posicionarse en la escena política nacional. Se espera que ella adopte una actitud bastante inflexible hacia Donald Trump, ya que eso políticamente le dará más votos en Alemania.
– Frédéric Mérand, director de CÉRIUM
¿Y Canadá?
El mes pasado, la revista alemana Der Spiegel publicó un artículo en el que el primer ministro Trudeau había pedido a Angela Merkel eliminar cualquier noción sobre el acuerdo de París de la declaración del G-20 para evitar ofender al presidente de Estados Unidos .
La oficina del primer ministro negó esta información y desde entonces Justin Trudeau asegura que el tema se abordará en el comunicado final de la reunión.
Vamos a luchar para que el cambio climático y el Acuerdo de París permanezcan en el centro de nuestras preocupaciones y de nuestro comunicado.
-Justin Trudeau, primer ministro de Canadá
En el frente económico, los organizadores alemanes del evento quieren que el tema del crecimiento y el de la distribución de la riqueza estén en el centro del programa.
Las discusiones sobre el libre comercio serán inevitables.
Las reuniones a vigilar
Donald Trump, Justin Trudeau, Angela Merkel y Emmanuel Macron tuvieron la oportunidad de reunirse en la cumbre del G-7, hace un poco más de un mes.
En Hamburgo, otros líderes estarán alrededor de la mesa.
Entre ellos, el presidente ruso, Vladimir Poutine, con quien el presidente Trump tiene previsto reunirse el viernes. Esta será la primera vez que los dos hombres se encuentren. Todo, en el contexto de alegaciones sobre una interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016 en los Estados Unidos.
El presidente turco Recep Erdogan Tayipp también estará presente. En marzo, la relación entre Ankara y Berlín tuvo un episodio tenso. Alemania había cancelado la celebración de manifestaciones en su territorio a favor de la reforma constitucional propuesta por el presidente turco. Él había respondido que estas prácticas no difieren «en nada de la era nazi.»
La cuestión de Corea del Norte también podría abordarse, especialmente en la presencia de Donald Trump y el presidente de China, Xi Jinping.
Las discusiones sobre África
La reunión de dos días también será una oportunidad para hablar de África, un continente que está representado únicamente por un solo país en el G-20, Sudáfrica. Este año, también se invitó a los líderes de Guinea y Senegal.
El sábado, una sesión de trabajo está programada para abordar cuestiones específicas relacionadas con temas de migración y salud que afectan a África.
De acuerdo con el profesor de la Universidad de Toronto y co-director del grupo G-20, John Kirton, el continente no ha llamado mucho la atención del gobierno de Trudeau.
Toda la atención de Canadá se centró en los nuevos mercados en Europa y China. África ha sido ignorada e incluso abandonada por este gobierno.
-John Kirton, profesor de la Universidad de Toronto y co-director del grupo G-20
Ottawa el mes pasado presentó su política de ayuda internacional, una política que el gobierno de Trudeau describe como feminista.
La ministra de Desarrollo Internacional, Marie-Claude Bibeau, anunció que el 50% de la ayuda bilateral de Canadá iría a África subsahariana.
Radio Canadá
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