Rusia advirtió este miércoles que las nuevas sanciones estadounidenses contra Moscú, aprobadas por la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, están empujando las deterioradas relaciones entre ambas naciones a territorio desconocido, También señaló que el Kremlin se encuentra considerando medidas de represalia contra Washington.
Rusia reaccionó de esta manera después que la Cámara de Representantes votó unánimemente a favor de imponer nuevas sanciones contra Moscú y forzar al presidente Donald Trump a obtener el permiso de los legisladores para reducir cualquier sanción contra Moscú.
Rusia inicialmente esperaba que Trump buscaría reparar una relación que cayó a sus niveles más bajos desde el fin de la Guerra Fría, pero ha visto con frustración las denuncias de que Moscú interfirió con las elecciones presidenciales del año pasado en Estados Unidos, país que a su vez ha interferido en las elecciones de una gran número de países en el mundo.
Otro tema que puso fin a las esperanzas de una distensión es la sospecha de lazos de algunos allegados de Trump con Moscú. Rusia ha negado las acusaciones de interferencia en los comicios de Estados Unidos.
El miércoles, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, declaró que las nuevas sanciones estadounidenses no dejaban espacio para mejorar los lazos bilaterales en el futuro cercano.
«Esto ya está teniendo un impacto extremadamente negativo en el proceso de normalizar nuestras relaciones», dijo Ryabkov. Las relaciones entre las dos naciones entran «en territorio desconocido, en un sentido político y diplomático», agregó.
Rusia advirtió repetidamente a Estados Unidos que tomará represalias contra lo que ve como movimientos hostiles y Ryabkov dejó en claro que Moscú se estaba cansando de contener sus reacciones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo este mes que en Rusia estaban operando demasiados espías estadounidenses bajo una cobertura diplomática y que podría expulsar a algunos de ellos como represalia por la expulsión que hizo Washington de 35 diplomáticos rusos el año pasado.
Ese aviso reflejó la creciente frustración en Moscú en torno al rechazo de la administración Trump a devolver dos complejos diplomáticos rusos que fueron incautados al mismo tiempo que los diplomáticos eran enviados de regreso a casa.
Muchos políticos rusos consideran que los opositores políticos de Trump y el Congreso redujeron a casi cero el margen de maniobra que tiene el presidente estadounidense en Las relaciones con Rusia.
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