El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, viajó el lunes 31 de julio a Williams Lake, en Columbia Británica, para brindar apoyo a los residentes y los bomberos que enfrentan los incendios forestales desde hace varias semanas.
Trudeau pronunció palabras de aliento ante 250 bomberos, policías y militares, a los que agradeció por su trabajo en nombre de todos los canadienses. El mandatario afirmó que la solidaridad observada en la ocasión es parte de la fibra canadiense y de los habitantes de la provincia.
Miles de residentes de Williams Lake que debieron huir de las llamas, el 15 de julio último, pudieron retornar a sus hogares durante el fin de semana.
Cientos de ellos aplaudieron cuando Trudeau y el nuevo primer ministro provincial, el neodemócrata John Horgan, salieron del centro de deportes local y brindaron una gran ovación a los bomberos que los seguían.
El mandatario canadiense recordó que las distintas instancias de gobierno colaborarán en el curso de los próximos meses, para que las comunidades afectadas por el siniestro puedan retomar el curso normal de sus vidas.
Decenas de viviendas fueron destruidas por las llamas que se extendieron por buena parte de la provincia del oeste canadiense desde el inicio del verano.
Alrededor de 6.000 personas se ven todavía obligadas a permanecer alejadas de sus casas, al tiempo que al menos 150 focos de incendio seguían ardiendo el lunes.
La agencia canadiense del medioambiente anunció otra semana de tiempo caluroso y seco en Columbia Británica y lanzó un aviso de canícula para el Gran Vancouver, el valle de Fraser, la región de Howe Sound y varios sectores de la Isla de Vancouver, donde el termómetro podría sobrepasar los 35 grados Centígrados.
Al mismo tiempo, podrían producirse tormentas en el centro del territorio provincial, donde la mayoría de las quemas forestales están en su apogeo, lo que podría agravar la situación.
Bomberos forestales llegaron en refuerzo desde la vecina Yukón, donde la temporada de fuegos está llegando a su fin.
En los últimos años Canadá ha registrado un incremento en la intensidad de los incendios de bosques, sobre todo en el oeste del país, debido al aumento de las temperaturas y el clima seco que se presenta durante buena parte del verano.
Hace un año, incendios de inusual virulencia afectaron la localidad de Fort McMurray, en la provincia de Alberta, arrasando miles de hectáreas de vegetación y destruyendo gran cantidad de viviendas y establecimientos agrícolas, dando lugar a la evacuación en masa de la ciudad.
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