Un adolescente que participó en dos ataques sexuales en la ciudad de Winnipeg, Manitoba, en el centro del país, fue sentenciado a 17 años de prisión.
Robert McKay, que tenía 17 años cuando se produjeron los hechos, agredió a una adolescente y una mujer adulta en noviembre de 2014, y fue sentenciado como un adulto, tras declararse culpable de los cargos que se le imputaron.
El juez condenó a McKay a nueve años de reclusión por cada uno de los ataques, pero uno de los años de la pena fue eliminado ante la inexistencia de antecedentes criminales por parte del reo, al tiempo que este mostró arrepentimiento por sus actos. El magistrado también tomó en cuenta el hecho del que el acusado se declaró culpable y de que padece de problemas cognitivos.

En los fundamentos de su dictamen, el juez Gerald Chartier sostuvo que “mientras existen factores mitigantes, la naturaleza de estos crímenes y su impacto sobre las víctimas requiere un largo período de encarcelamiento”.
La sentencia toma en cuenta el tiempo que McKay ya pasó en la cárcel, por lo que deberá permanecer tras las rejas poco menos de 13 años.
McKay y uno de sus primos salieron en la noche del 8 de noviembre de 2014 a festejar el cumpleaños del primero, con la intención de robar autos. En su trayecto se encontraron con una adolescente de 16 años a la que golpearon y robaron, para luego abusar de ella.
Las heridas que le produjeron a la muchacha, a la que atacaron con un martillo, hizo que esta estuviera al borde de la muerte cuando fue hallada por un transeúnte, mientras la temperatura en el lugar era de 11 grados bajo cero.
Más tarde, McKay y su familiar atacaron a una mujer de 23 años, a la que también golpearon salvajemente y sometieron sexualmente.

La mujer debió pasar 3 días en el hospital para recuperarse de las heridas que había recibido.
El magistrado expresó que ambos casos implicaron “violencia injustificable” y el uso de armas, y los calificó como “más allá de lo brutal”.
La defensa del caso había solicitado una sentencia de 7 años de prisión, menos los 4 años y medio que el acusado ya pasó en la cárcel. Por su parte, la fiscalía había pedido una condena de 20 años, menos el tiempo que McKay ya estuvo detenido.
En el momento de la lectura de la sentencia, el reo expresó remordimiento por sus actos y pidió perdón, alegando que sabía lo que las víctimas habían experimentado, ya que él mismo fue sometido a abusos sexuales por parte de un tío suyo.
Su primo había sido condenado a 23 años de prisión poco tiempo antes, bajo los cargos de agresión sexual agravada, ya que fue él quien consumó las violaciones.
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