La actualidad estadounidense podría haber desviado la atención de los canadienses de la hambruna que azota en la actualidad a África Oriental, afirma Jessie Thomson del grupo humanitario CARE.
La ministra canadiense de Desarrollo Internacional, Maire-Claude Bibeau, anunció que el Fondo de Ayuda para las Hambrunas había logrado recaudar $ 21.3 millones dólares de los canadienses. En mayo, ella prometió que el gobierno canadiense contribuiría duplicando la suma recaudada.
Esta es la suma más pequeña recaudada desde que se instauró esta fórmula de ayuda en 2014, si la comparamos a las donaciones hechas por los canadienses para el Fondo de Ayuda a las Víctimas de la sequía en África del Este en 2011, que alcanzaron la suma de 70.4 millones de dólares.
Alrededor de 20 millones de personas corren el riesgo de morir de hambre en Somalia, Sudán del Sur y Yemen debido a la sequía y a los conflictos que golpean la región.
Según un dirigente de Naciones Unidas, se trata de la peor crisis humanitaria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Jessie Thomson estima que el llamado del gobierno canadiense fue útil a pesar de todo, afirmando que la recaudación de fondos fue facilitada por la visibilidad ofrecida por el programa de ayuda federal.
RCI/La Presse Canadienne
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