Marc-André Bernier, gerente de arqueología subacuática de Parques Canadá, establece un cuadrat de muestreo de biología marina en el casco del HMS Erebus en 2016.
Photo Credit: (Parques Canada)

Encontrar los barcos de la expedición Franklin fue como descubrir la tumba de Tutankamón

La búsqueda de los barcos de la expedición Franklin, el HMS Erebus y el  HMS Terror fue muy difícil.

Ahora los arqueólogos subacuáticos de Parques Canadá están tratando de dilucidar cómo desbloquear las pistas del misterio de la Expedición Franklin que pueden estar ocultas en los naufragios de los buques de guerra británicos que se encuentran en las heladas aguas de Nunavut, en el Ártico.

El HMS Terror, un barco británico del siglo XIX, fue encontrado en Terror Bay, en la isla King William, en Nunavut. El descubrimiento del naufragio no marca de ninguna manera el final del misterio que rodea la desaparición de la Expedición Franklin © (Grabado por George Back)

«Estamos listos para penetrar en lo que consideramos que va a ser una de las excavaciones arqueológicas submarinas más complejas y desafiantes en Canadá», dijo Marc-André Bernier, gerente de arqueología subacuática de Parques Canadá, refiriéndose a lo que viene a continuación para explorar el sitio Erebus en Wilmot y Bahía de Crampton.

Durante una semana a finales de agosto, un equipo de seis personas,  arqueólogos submarinos,  planea estar en el sitio, buceando desde botes inflables y trabajando desde un campamento cuya base se encuentra en una isla cercana.

Parques Canadá dijo que el trabajo incluirá los preparativos para la próxima fase de exploración del Erebus, que se espera,  continúe por varios años.

Un arqueólogo de Parques Canadá observa de cerca el daño al casco y la estructura del HMS Erebus. © (Parques Canadá)

Pero con Erebus y Terror, al parecer, nada es simple. Hay cuestiones actualmente sobre la propiedad y seguridad futuras del sitio.

E incluso la exploración de este año ha tenido un sobresalto. El programa planeado no es lo que Parques Canadá tenía inicialmente en mente, cuando propuso por primera vez una investigación arqueológica de hasta cuatro semanas, con 14 personas en el sitio.

Las cosas cambiaron cuando la agencia federal se dio cuenta de que sus esperanzas de tener un buque de investigación recién remodelado este verano no iba a funcionar.

El RV David Thompson, un ex buque de la Guardia Costera de 228 toneladas que se transfirió a la agencia, todavía está en un astillero en Nanaimo, Columbia Británica.

La preparación es clave

Bernier le dijo al radiodifusor público CBC que hay una serie de factores en juego, incluyendo el trabajo imprevisto requerido en un buque de mediana vida, y requisitos más estrictos de los que se esperaba para su reactivación.

«La preparación es la clave para este buque, así que queremos asegurarnos de que antes de llevarlo al Ártico, todo esté en buenas condiciones».

© CBC

Una barcaza que tiene que desempeñar un importante papel de apoyo para el trabajo de explorar los sitios de naufragio tampoco estará en el lugar a tiempo para la temporada de este año, pero Bernier anticipa que será para el próximo verano.

«No vamos a empezar hasta que tengamos todas las piezas correctas juntas y el RV David Thompson por desgracia se retrasó, pero todavía tenemos mucho trabajo por hacer», dijo Bernier.

«Han cambiado nuestros planes, pero básicamente… estamos comenzando la siguiente fase, que va a ser extremadamente compleja».

Mientras tanto los arqueólogos de Parques Canadá estarán en el sitio de Erebus a finales de este mes, esperando «tratar de llegar a lo más profundo del naufragio» con un vehículo operado remotamente (ROV) dice Bernier, y aumentar su conocimiento de lo que hay dentro de las maderas de la que fue la mitad de la expedición de mediados del siglo XIX dirigida por John Franklin para encontrar el evasivo Pasaje del Noroeste.

El ROV tendrá cámaras de video, y los arqueólogos esperan tener acceso a la sala de máquinas y echar un vistazo dentro de los bunkers de carbón con cámaras teledirigidas.

También estarán sentando las bases para la excavación submarina que esperan hacer – y que muchos esperan- revelará claves para entender cómo la expedición llegó a su triste desaparición, con la pérdida de Franklin y la tripulación.

«Vamos a cambiar la estrategia», dijo Bernier. «Esto implica mucho más de apoyo logístico, equipo.»

¿A dónde debe ir la barcaza?

Ese cambio en el modelo investigativo significa averiguar, entre otras cosas, cómo y dónde colocar la barcaza para que pueda sostener el equipo para eliminar el sedimento, proporcionar un lugar desde donde los buzos pueden vestirse y tener una cámara hiperbárica en el lugar en caso de cualquier accidente de buceo.

También se hará trabajo para el programa «Guardian», el cual verá a los Inuit muy involucrados en los esfuerzos para proteger y monitorear los sitios.

Ningún otro trabajo está planeado este verano en el sitio del HMS Terror, a unos 100 kilómetros al norte en el apropiado nombre de la  Bahía del Terror de la Isla King William, donde se encontró el barco el año pasado.

Los arqueólogos submarinos registraron casi 10 horas de video de los restos durante una inmersión bajo hielo en abril.

«En lo que respecta al Terror, creo que ya hemos alcanzado nuestros objetivos para este año», dijo Bernier.

Los arqueólogos están evaluando lo que saben sobre el sitio para ayudar a preparar la exploración de un barco que presenta un escenario considerablemente diferente del Erebus.

Con Erebus, «tuvimos que descifrar cómo se dañaron las cubiertas, cuál era la extensión de la preservación que tenemos», dijo Bernier. De alguna manera, agregó, es un rompecabezas cuyas piezas  tiene que ser puestas juntas de nuevo.

Con Terror, es una historia diferente.

El timón de HMS Terror, visto desde la popa, con el mástil de mizzen en el fondo. © (Parques Canadá)

Asombroso estado de conservación

«El Terror parece estar casi yaciendo en el fondo, igual como hubiera estado flotando hace 160 años, los mástiles y el aparejo están dañados, pero el resto está en un asombroso estado de conservación», dijo Bernier.

«El HMS Erebus se encuentra en aguas poco profundas y por lo tanto es más susceptible a los daños causados por tormentas e hielos. HMS Terror está en aguas más profundas y menos susceptible al daño por el patrón de congelación y descongelación, lo que explica por qué está en mejor forma que HMS Erebus”.

Los escombros están esparcidos en el fondo del océano alrededor del naufragio de Erebus. Detrás de la popa, hay una sección del tablero diagonal de la cubierta, parte del diseño específico del HMS Erebus y el HMS Terror. © (Parques Canadá)

Aun así, el examen del sitio Terror ha presentado algunos indicios tentadores de lo que podría haber sucedido hacia el triste final de la Expedición Franklin.

«Hay muchas conclusiones que ya tenemos», dijo Bernier. «Sabemos con certeza, por ejemplo, que el barco no estaba anclado cuando se fue para abajo».

También se han preguntado si el barco estaba cerrado por abandono – o preparado para el invierno – pero los arqueólogos submarinos han visto que algunas de las escotillas están parcialmente abiertas.

La campana del HMS Terror se encuentra en la cubierta superior. © (Parques Canadá)

«Todavía tenemos que entender la razón de ello, pero no parece haber estado cerrado.»

La hélice no está en su lugar. Tampoco el timón – tal vez está en el fondo marino. «Fue removido por el invierno, no lo sabemos», dice Bernier.

Para aquellos que observan la exploración de los sitios de Erebus y Terror desde lejos, la anticipación de lo que los arqueólogos submarinos pueden descubrir es inmensa.

La tumba del rey Tutankamón bajo el agua

Dado que podría haber el riesgo de colapso en ciertas áreas del naufragio del HMS Erebus, los arqueólogos de Parques Canadá ven cierta urgencia en registrar tanta información como sea posible durante sus inmersiones. © (Parques Canadá)

«La cosa con el Erebus y el Terror es como instalar el Telescopio Espacial Hubble, no sabiendo realmente lo que vas a encontrar pero emocionado por ello todos los días porque existe el potencial de encontrar algo grande», dice el autor y buscador de larga data del Franklin, David Woodman.

«Esta es la tumba del Rey Tutankamón bajo el agua…. Así que, incluso si no encuentran nada que ilumine la historia de Franklin o la tragedia o el misterio, que es lo que la mayoría del público en general quiere, los arqueólogos están llenos de alegría. Les espera décadas de trabajo por delante.”

Woodman, un capitán jubilado de Columbia Británica que vive en Port Coquitlam, dice que trabajar en el Ártico siempre es incierto: el clima, el viento y las repentinas tormentas que pueden surgir podrían «matar todo».

Woodman es autor del libro Unraveling the Franklin Mystery: Inuit Testimony, publicado en 1991, que llevó a un cuidadoso estudio del testimonio de los inuit para tratar de ubicar el lugar exacto donde estarían los barcos.

«El análisis de los barcos será un proceso largo y tal vez pasen años sin nada de noticia, pero están trabajando lenta y cuidadosamente y profesionalmente y así es como debe hacerse».

RCI/CBC

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