El Gobierno brasileño dijo el jueves en la noche que suspenderá la decisión de abrir una gran área de la selva amazónica a la minería, retrocediendo frente a las críticas de los activistas y un desafío legal.
El Gobierno de Michel Temer, envuelto en un profundo escándalo de corrupción, había decidido conceder más de 46.000 kilómetros cuadrados de una región protegida de la Amazonía, presionado por poderosos grupos mineros y agroindustriales que buscan apoderarse de tierras y recursos naturales, según Marcio Astrini, coordinador de Greenpeace en Brasil.
El Ministerio de Minería dijo en un comunicado que, tras consultar con el presidente Michel Temer, suspenderá durante 120 días todos los procedimientos relacionados con los derechos mineros en la reserva recientemente abolida, mientras recoge la respuesta de la opinión pública.
“A partir de ahora, el ministerio iniciará un debate amplio con la sociedad sobre alternativas para proteger la región”, dijo el comunicado.
“(Esto) incluye proponer medidas a corto plazo que frenen las actividades ilegales en curso”, agregó.
La semana pasada Michel Temer abolió mediante un decreto la condición de área protegida, conocida como la Reserva Nacional de Cobre y Asociados (Renca), que cubría unas 4,6 millones de hectáreas en el norte del país y que se encontraba resguardada desde 1984.
Desde entonces, el Gobierno brasileño tuvo que dar marcha atrás en reacción a las críticas abrumadoras, llevando a cabo una serie de ruedas de prensa e incluso reeditando el decreto con explicaciones adicionales.
El miércoles, un juez bloqueó el decreto con una orden temporal, aunque el fiscal general se comprometió a apelar frente a la decisión.
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