Photo Credit: McGill University

Universidad  McGill primera en el mundo de la ciencia abierta

Desde el año 2016, la Universidad McGill ha transformado su Instituto Neurológico de Montreal en uno de los primeros centros de investigación del mundo dedicado a la ciencia abierta.

En colaboración con la comunidad científica local especializada en inteligencia artificial, el Neuro ayuda a Montreal a ser un líder mundial en la democratización de la investigación científica.

«Decir que somos los primeros, es bastante ambicioso, pero según la información que tenemos, somos los primeros», dijo el director de Neuro Guy Rouleau en una entrevista.

Por lo general, la ciencia abierta se entiende como un movimiento que tiene por objeto poner a disposición de investigadores de todo el mundo la investigación científica y los datos disponibles.

En la actualidad, la mayoría de las investigaciones se publican en revistas científicas privadas, las cuales exigen un pago significativo por el acceso a los contenidos. Estos costos cuestan decenas de millones de dólares a las universidades cada año.

Director del Neuro, Guy Rouleau © The Canadian Press / Paul Chiasson

Las aspiraciones del Neuro para la ciencia abierta

La Universidad McGill está construyendo lo que quiere convertirse en la biblioteca más grande del mundo de datos clínicos, demográficos, genéticos, celulares y de imágenes cerebrales, así como muestras biológicas de pacientes con trastornos neurológicos.

El Neuro también está a punto de crear lo que llama una plataforma abierta sobre el descubrimiento de fármacos, que procederá a ensayos sobre las células nerviosas de los pacientes enfermos en un intento de explicar cómo se desarrollan las enfermedades neurológicas y cómo sanarlas.

Finalmente, el centro quiere construir un sistema informático que permita compartir estos datos de investigación a gran escala.

Los tres puntos del proyecto tienen como objetivo ser abiertos y accesibles a investigadores de todo el mundo.

© iStock

Publicaciones problemáticas

El Neuro, sin embargo, continúa permitiendo a sus investigadores publicar en las caras – y exclusivas – revistas privadas, una práctica que refleja parte de la cultura académica refractaria al cambio.

Los académicos son todavía ampliamente evaluados en términos del volumen de sus publicaciones y de las revistas en las que se encuentran sus investigaciones.

Sus sueldos y presupuestos provienen a menudo de fondos públicos o fundaciones, mientras que se espera de ellos que trabajen voluntariamente  revisando artículos en revistas privadas.

Los documentos resultantes de su investigación son entonces revendidos a las universidades y el beneficio es embolsado por los editores.

Finalmente, el centro quiere construir un sistema informático que permita compartir estos datos de investigación a gran escala.

Los científicos seguirán queriendo ser publicados en revistas de prestigio a pesar de que saben que es malo para la comunidad, porque creen que es bueno para su reputación «, dijo Yoshua Bengio, uno de los investigadores en inteligencia artificial en el país.

Bengio, que preside la Cátedra de Investigación de Canadá en Algoritmos de Aprendizaje Estadístico, está en una cruzada personal contra las publicaciones comerciales de investigaciones científicas y las denuncia públicamente.

El Neuro recibió $ 45 millones para su misión de tres partes y el Dr. Rouleau dijo que la instalación necesitaría $ 45 millones adicionales durante los próximos siete años.

Radio Canadá/ La Presse canadienne

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