El primer ministro canadiense entró en la batalla legal que Boeing desató contra la canadiense Bombardier e instó al gobernador de Missouri, el estado donde el gigante aeronáutico tiene su sede, a recalcar la importancia de esta industria para ambas economías.
Justin Trudeau recordó en una conversación telefónica con Eric Greitens que Canadá es el mayor socio comercial del estado de Missouri, con alrededor de $ 8.2 mil millones al año y 163.000 puestos de trabajo dependientes de él, según un comunicado emitido por su oficina.
«Esto incluyó una discusión sobre la posible compra por parte de Canadá de aviones de combate Boeing Super Hornet y sobre el número de puestos de trabajo en Missouri que dependen de la fabricación de este avión», dijo el comunicado.
El gobierno liberal, que anunció su decisión el pasado mes de noviembre de comprar 18 Super Hornets en espera de una licitación en 2019 para reemplazar a toda su flota CF-18, podría retroceder en el expediente.
El gesto político del primer ministro se produce unas horas después de que Boeing afirmó en los medios de comunicación que no tenía intención de renunciar a su queja comercial contra su rival de Quebec.
Boeing presentó una demanda contra Bombardier en abril pasado alegando que los subsidios y préstamos del gobierno de Quebec y del gobierno federal le habían permitido vender sus aviones comerciales CSeries a precios «irrisorios».
El gobierno de Justin Trudeau respondió en la primavera amenazando con abandonar su plan multimillonario de comprar los aviones de combate Super Hornet.
Radio-Canada/CBC/La Presse canadienne/Le Figaro
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.