La posible prueba nuclear de Corea del Norte del domingo pasado tiene implicaciones en Montreal. El Centro Meteorológico Canadiense, en la localidad de Dorval, se activó rápidamente para tratar de localizar la ubicación exacta de la prueba de Corea del Norte y capturar los humos radiactivos.
EscucheCorea del Norte llevó a cabo este domingo pasado una nueva prueba nuclear, la sexta de su historia, en la que supuestamente detonó con éxito una bomba de hidrógeno que puede equiparse con un misil de alcance intercontinental. El ensayo es el más potente hasta la fecha realizado por ese país.
Corea del Norte describió el artefacto detonado como «un arma termonuclear de un extraordinario poder explosivo».
Y no es la primera vez. En enero de 2016, el régimen dijo haber probado también con éxito una bomba de hidrógeno, pero entonces los expertos internacionales lo pusieron en duda. Tampoco está claro que haya sido así esta vez al ser imposible verificarlo de forma independiente, pero la explosión subterránea de este domingo en el montañoso noreste del país fue entre once y doce veces más fuerte que la anterior y según las primeras estimaciones habría alcanzado una potencia de entre 80 y 100 kilotones. Para tener una idea de la potencia, las bombas que Estados Unidos lanzó en Hiroshima fueron de 15 kilotones.
Un equipo del Centro Meteorológico Canadiense de Dorval, en los suburbios de Montreal, está participando en una importante misión internacional para confirmar esa sexta prueba nuclear de Corea del Norte.

El terremoto de magnitud 6.3 determinó inicialmente la localización de la explosión cerca del principal sitio de pruebas atómicas de Corea del Norte, Punggye-ri.
Los científicos de Dorval han estado activos desde que ese choque sísmico artificial importante fue captado el domingo. Si el propio terremoto es una parte importante de la evidencia, el análisis atmosférico confirmará la tesis de la prueba nuclear, dice Yves Pelletier, jefe de la sección de respuesta Emergencias Ambientales en el Centro Meteorológico Canadiense.
Para este tipo de prueba, se cava un agujero muy largo en una montaña. Se esconde el dispositivo en la parte inferior y se tapa el agujero, luego se hace explotar la bomba. El objetivo es evitar emanaciones y que otros países no sepan lo que pasó.
– Yves Pelletier
El proceso de investigación internacional, en el que participa Canadá, se inicia a partir de ese momento añade Yves Pelletier, ya que debe determinarse si es o no un ensayo nuclear.
La explosión era suficiente, según él, para generar grietas en la montaña de la que habrían escapado gases radiactivos.

Yves Pelletier dice que los científicos trabajan según diferentes hipótesis. En el mejor de los escenarios, los humos podrían ser capturados en los próximos días.
Con estos supuestos, se hacen predicciones de la dispersión atmosférica. Hay que destacar que las emanaciones de que hablamos están en estado de huellas. Es realmente muy débil. Tenemos instrumentos muy sensibles. La mayoría de los elementos radiactivos conectados a la propia explosión permanecen dentro de la montaña.
-Yves Pelletier
Esperando la confirmación
Hasta ahora, ni los investigadores canadienses ni sus homólogos en el exterior han detectado radioactividad en la atmósfera.
«No sabemos todavía si sucedió, pero tenemos que hacer la simulación para ver dónde deberíamos esperar para hacer nuestras primeras detecciones», explica, comparando el ejercicio con un » rompecabezas.
Sin embargo, según Yves Pelletier, es posible que nada haya escapado aún de la cavidad de la montaña. «La roca podría haber sido lo suficientemente fuerte como para no romperse en el lugar», dijo, explicando que eso tardaría más la posibilidad de percibir las primeras emanaciones.
Pero si una prueba nuclear realmente ha tenido lugar, habrá rastros un día u otro, ya que los científicos de Corea del Norte eventualmente irán al fondo de la cavidad para ver el daño, dijo. «Abrir la cavidad haría escapar algo de gas», señala Yves Pelletier.

Varios países, como Estados Unidos, Japón y Europa, están trabajando en escenarios similares.
«Estamos tratando de averiguar entre la red global quién podría ser el primero en detectar algo. Según Yves Pelletier, esta confirmación podría venir en los próximos días, o en las próximas semanas.
Para el investigador asociado a la Cátedra Raoul-Dandurand de la Universidad de Quebec en Montreal (UQAM) Benoit Hardy-Chartrand, la verdadera naturaleza de esta prueba es de poca importancia. Más bien, toma nota de los importantes progresos realizados por los norcoreanos.
Una cosa es cierta, el progreso de Corea del Norte se está haciendo cada vez más rápido, a un ritmo preocupante.
-Benoit Hardy-Chartrand, de la Cátedra Raoul-Dandurand de la Université du Québec à Montréal
Esta sexta prueba de Corea del Norte, desafiando las sanciones de la ONU y la presión internacional para que suspenda su programa de armas nucleares sería, en efecto, cinco veces más potente que la de septiembre de 2016.
El equipo de investigadores canadienses incluye geólogos de Recursos Naturales de Canadá, expertos en radiactividad de Salud Canadá y meteorólogos y físicos del Centro Meteorológico Canadiense.
La entrevista con Yves Pelletier fue realizada por Alain Gravel
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