La devastación sembrada por el huracán Irma puede provocar el aumento del precio de los cítricos en el transcurso de las próximas semanas, previene el profesor Michael von Massow de la Universidad Guelph, Ontario, Canadá. “Si se elimina una buena parte de la oferta, seguro que los precios van a aumentar”, dice el experto.
Irma sembró la muerte y la devastación en las Antillas menores, el Caribe y el sudeste de Estados Unidos, además de haber privado de electricidad a más de un millón de personas y comercios en Florida.
«Es devastador y la industria está diezmada. La trayectoria de esta tormenta no habría podido ser pero para la industria agrícola de Florida y específicamente para los cítricos de Florida», declaró la semana pasada Adam Putnam, comisionado de la Agricultura de Florida durante un encuentro de la Comisión de cítricos del estado.
En el sudoeste del Estado, entre 70% y 80% de las cosechas de naranjas se perdieron, agrega Putnam. Antes del huracán, Florida preveía cosechar más de 75 millones de cajas de naranjas y ahora habrá mucho menos.
El año pasado, Canadá importó de Florida alrededor de 9 millones de kilogramos de naranjas por un valor de más de 10 millones de dólares, según el ministerio de la Agricultura y del Agroalimentario.
El profesor Michael von Massow anticipa un aumento gradual de los precios de alrededor de 5%. Las empresas no aumentarán los precios de una manera brusca por temor a la reacción de los consumidores que cuidan su presupuesto y que podrían decidir comprar otras frutas como las manzanas y beber jugo de manzana en vez de jugo de naranja.
Una vez que se ha hecho el cambio y se adoptan otros hábitos, es más difícil atraer a los consumidores, incluso si los precios bajan, explica el profesor de la Universidad Guelph. La industria tampoco sabe cuánto tiempo durará el aumento de los precios puesto que la amplitud de los daños causados por Irma sigue siendo desconocida.
“No se sabe todavía qué tipo de daños fueron causados a los árboles. Y si los productores deben plantar nuevo árboles, el problema de aprovisionamiento podría durar varios meses, agrega el profesor Michael von Massow.
RCi/La Presse Canadienne
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