El jede del gobierno español, Mariano Rajoy, cuestionado tras el referendo del domingo sobre la autodeterminación en Cataluña, se enfrenta ahora a la peor crisis constitucional del país en décadas.
Si la calma prevaleció el lunes por la mañana en las calles de Barcelona, los editorialistas de la prensa catalana encontraron que las consecuencias del escrutinio del domingo dejaron entrever un conflicto duradero entre Madrid y la región catalana.
A pesar de la movilización de la policía española, que ha hecho todo lo posible para impedir la votación declarada inconstitucional por parte de Madrid, el gobierno regional reivindica la participación de 2,26 millones de personas, es decir, el 42% de los votantes catalanes.
Según Barcelona, el «sí» ha ganado con el 90%.

Según el informe publicado el lunes por el gobierno regional, 893 resultaron heridos el domingo cuando la policía trató de impedir que los electores votaran. Cuatro están en una condición seria pero estable.
La brutalidad de las imágenes que mostraban a las fuerzas de seguridad tratando de impedir la celebración de la votación sorprendió tanto en España como en Europa.
El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, pidió a Madrid «el retiro de todas las fuerzas policiales desplegadas en Cataluña a causa de esta represión».
«La situación puede deteriorarse aún más», advirtió el diario catalán La Vanguardia el lunes por la mañana, debido al número de heridos que el gobierno regional deploró el domingo por la noche.

«Estamos entrando en una fase de huelgas y manifestaciones callejeras, más movimientos, más represión», advirtió el diario.
Carles Puigdemont abrió el camino para una proclamación de independencia en los días venideros y anunció que los resultados de la votación se presentarían al Parlamento regional.
También pidió la mediación internacional en la crisis de Madrid.
Necesitamos la presencia de un tercero, ella debe ser internacional para ser eficaz.
– Carles Puigdemont, Presidente de Cataluña,

Europa mantiene su distancia y espera Rajoy
El lunes, la Comisión Europea argumentó que el referéndum no era «legal», al tiempo que invitaba al gobierno español a dialogar, afirmando que la violencia no puede ser un instrumento político.
Pedimos a todos los actores pertinentes que pasen rápidamente de la confrontación al diálogo. La violencia nunca puede ser un instrumento en la política.
-El portavoz de la Comisión Europea
Su portavoz, Margaritis Schinas, añadió que se trata de «una cuestión de política interna para España que debe abordarse en el marco del orden constitucional vigente en España».
Europa no tiene «un papel que desempeñar en esta etapa» en una mediación, dijo, mientras que los independentistas catalanes y partidarios del referéndum en particular instaron a Bruselas a mediar.
En España, el gobierno minoritario de Mariano Rajoy no parece estar amenazado por el momento, ya que los partidos políticos tradicionales también rechazan la independencia catalana, pero su gestión de la crisis es ampliamente criticada.
El periódico El País, aunque hostil a la independencia de Cataluña, también lamentó en sus columnas su «absoluta incapacidad para afrontar la crisis desde sus inicios».
CBC/Reuters
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