Carmen Rodríguez, escritora y miembro del directorio del Sindicato de Escritores de Canadá
Photo Credit: Carmen Rodríguez

Autores de minorías lingüísticas, un desafío para el Sindicato de Escritores de Canadá

El Sindicato de Escritores de Canadá es la organización nacional de autores de libros publicados profesionalmente. El Sindicato fue fundado en 1973 para trabajar con gobiernos, editores, libreros y lectores con el objetivo de mejorar las condiciones de los escritores canadienses.

Hoy cuenta con más de 2.000 miembros, entre ellos, la escritora chileno-canadiense Carmen Rodríguez, recientemente elegida miembro del directorio. Pero ella es una excepción.

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Usted acaba de ser elegida como parte del directorio del Sindicato de Escritores de Canadá.  ¿Qué significa esto en términos de responsabilidad ante los centenares de miembros? ¿Cuál es su papel?

“Mi papel es ser parte de un colectivo de 13 personas que cumple con las responsabilidades que el sindicato tiene ante la sociedad, que escucha lo que los miembros quieren de esta organización y que trata de llegar a esas metas.

Usted por su propia historia como escritora sabe lo difícil que es para los escritores hispanos-canadienses  hacer conocer sus libros, sus historias.  ¿Tiene propuestas que permitan allanarles el camino?

Carmen aclara que esa fue una de las razones por la que aceptó participar en el sindicato y ser elegida para ese puesto.

“Me parece que en Canadá somos muchos los hispanos, los latinoamericanos  que escribimos y que venimos de una tradición literaria muy rica. Como todos sabemos, la literatura latinoamericana es excelente, tenemos 7 premios Nobel, tenemos escritores que han marcado la literatura no solo latinoamericana sino mundial. Y acá habemos muchos que escribimos, que publicamos, pero lo hacemos de manera muy guetoizada si se pudiera decir”.

Carmen da el ejemplo de escritores de las grandes ciudades canadienses como Toronto, Ottawa  y Montreal que han creado sus propias casas editoriales,  lo que les permite publicar sus libros en castellano. El problema, dice, es que esos libros se detienen ante la  frontera lingüística del país  lo que hace que no llegue a un público que lee solo en inglés o francés, las lenguas oficiales del país.

“Este es un problema que yo quiero abogar por nosotros para que nuestras historias sean leídas por un público más amplio. Hay barreras que pasan más que nada por el financiamiento para que nuestras historias sean traducidas a una de las lenguas oficiales o para que puedan optar a ser publicadas por las editoriales más grandes, las que alcanzan ese público grande de Canadá”.

El Sindicato de escritores quiere espacios para las minorías lingüísticas

La proporción de escritores provenientes de las minorías lingüísticas en formar parte del sindicato es mínima. Aparte de Carmen hay otro escritor latinoamericano solamente y dos o tres brasileños-portugueses. Entre los que publican en urdu, hindi, punjabi, ruso, polaco y otras lenguas de Europa del este, no suman más del 3% del total los miembros, una cifra que lo dice todo.

Carmen se encuentra de gira por Toronto, Ottawa y Montreal con el objetivo de conversar sobre esto con  los escritores canado-latinoamericanos.

En las reuniones que mantuvo hasta ahora, los escritores le expresaron a Carmen  que sienten que el sindicato puede hacer muy poco por ellos.  Pero el Sindicato está promoviendo nuevas políticas, y eso es lo que Carmen está dando a conocer.

“El Sindicato está ahora en un proceso de incrementar políticas de equidad. Este es un asunto que ha surgido muchas veces a través  de la historia del sindicato que ya lleva 45 años de vida, pero que nunca se han implementado en cuestiones concretas que ayuden o integren a los escritores de las minorías. Ahora hay una voluntad política y hay instrumentos que se han creado dentro del Sindicato para implementar medidas concretas que sí atraigan a los escritores de las minorías”.

Si no hay presencia de estos escritores de las minorías dentro del Sindicato, señala Carmen,  lo único que va a traer como resultado es que no se vea la necesidad de desarrollar políticas que apunten a favorecerlas.

“En este sentido yo me siento un poco sola, creo que somos solo dos los latinoamericanos que estamos en el Sindicato, ahora yo en el directorio, y aunque la mayoría del sindicato y el directorio en su totalidad están detrás apoyando muy fuertemente las políticas de equidad, necesitamos más voces de las minorías».

El trabajo del Sindicato a través de los años llevó a logros importantes, como  el establecimiento del Derecho de Crédito Público y Acceso a los Derechos de Autor, que proporcionan a los escritores una compensación financiera por el uso de su trabajo por parte de las bibliotecas y por la reproducción electrónica.

Esto y más en la conversación que mantuvo la escritora Carmen Rodríguez, miembro del directorio del Sindicato de Escritores de Canadá, con RCI.

Categorías: Artes y espectáculos, Internacional, Sociedad
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