El Departamento de Comercio de Estados Unidos decidió añadir un 80 por ciento más de impuestos preliminares antidumping a las exportaciones del avión comercial CSeries, fabricado por la empresa canadiense Bombardier.
El fabricante de aviones con sede en Montreal que produce estos aviones, que tienen una capacidad de entre 100 a 150 asientos, se enfrenta ahora a una tarifa impositiva total de casi un 300 por ciento si se combina el nuevo impuesto con los derechos compensatorios de casi 220 por ciento impuestos la semana pasada por el gobierno del bombástico Donald Trump.
El gobierno de Estados Unidos volvió este jueves a ponerse de lado del gigante constructor de aviones Boeing Co. en su petición contra el nuevo avión canadiense CSeries.
La empresa Bombardier no respondió inmediatamente a la imposición de este nuevo impuesto, pero la semana pasada señaló que estaba segura de que las
«absurdas” e infundadas tarifas serán revertidas en las decisiones finales que serán dadas a conocer en los próximos meses.
Bombardier afirma que, en última instancia, Boeing no puede justificar sus reclamos de que sufre daños de parte de la empresa canadiense simplemente porque no fabrica un avión del tamaño del CS100.
Es posible una prolongada batalla legal entre estas empresas aeronáuticas si el caso es apelado ante el Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos, o ante las instancias de resolución de disputas del TLCAN, e inclusive si se lleva el diferendo ante la Organización Mundial de Comercio.
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