El fabricante transnacional de automóviles, General Motors, y el sindicato que representa a unos 2.500 trabajadores en huelga en la planta de montaje CAMI en la localidad de Ingersoll, en la provincia de Ontario, reanudarán este martes las conversaciones que buscan poner fin a una huelga general que ha ingresado a su cuarta semana.
Los miembros del Local 88 del sindicato UNIFOR paralizaron sus labores hace más de tres semanas, el 17 de septiembre, en momentos en que los negociadores sindicales buscaban que la empresa GM designe la planta CAMI como el principal productor del vehículo utilitario deportivo Equinox.
El sindicato informó el pasado jueves que las dos partes habían «trabajado sobre una gran parte del lenguaje de la convención colectiva «, pero que se mantenía la brecha en los temas de seguridad laboral y aspectos económicos.
El presidente del Local 88 del sindicato UNIFOR, Dan Borthwick, informó que el comité de negociación del sindicato tomó un descanso durante el fin de semana por las fiestas de la Acción de Gracias para volver a reunirse esta mañana.
Borthwick indicó que la posición del sindicato cuando se reúna con el equipo de negociación de la empresa seguirá siendo la misma que plantearon el pasado jueves.

El tema de la seguridad laboral en la planta de CAMI es una reivindicación central para UNIFOR, que está tratando de evitar que el trabajo realizado por sus miembros sea exportado a México, donde la General Motors también produce el vehículo utilitario deportivo Equinox.
El ministro de Desarrollo Económico de la provincia de Ontario, Brad Duguid, dijo el viernes que había hablado con la empresa y el sindicato y que ninguna de las partes le había pedido el apoyo del gobierno para mantener en Ontario la producción del modelo de vehículo Equinox.
Duguid también señaló que este conflicto laboral estaba causando daños a la cadena de suministro de partes en Ontario e instó a ambas partes a llegar a un acuerdo.
La semana pasada, el líder de UNIFOR, Jerry Dias, rechazó la última oferta de contrato de la General Motors, descartándola como intrascendente y denunciando que tal propuesta le permitiría a la empresa transferir recursos de producción de la planta de GM en Ingersoll.
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