Las tensiones entre los republicanos sobre Donald Trump aumentaron este martes, después de que dos senadores acusaron al presidente de degradar la política estadounidense y menoscabar la posición del país en el exterior, una rebelión que podría augurar problemas para la agenda legislativa del bombástico presidente.
La extraordinaria crítica pública contra el presidente, lanzada por los senadores Jeff Flake y Bob Corker, agravó aún más la difícil relación entre Trump y los republicanos en momentos en que este partido busca promulgar una controvertida reforma fiscal y otras medidas.
En un discurso en el Senado, Flake reiteradamente denunció la manera de gobernar de Trump, destacando que la política del país se había acostumbrado al comportamiento “imprudente, vergonzoso e indigno” del actual ocupante de la Casa Blanca.
“Su instinto de buscar un chivo expiatorio y de desprecio amenazan con volvernos en personas temerosas y retrógradas”, aseguró el legislador por Arizona, que anunció además que no se presentaría a la reelección el próximo año.
Ni corto ni perezoso, Trump, reaccionó a través de la red social Twitter, atacando a Corker y Flake, acusándolos de respaldar las prioridades demócratas.
Corker, quien dijo que tampoco se presentará a la reelección, aseguró más temprano que Trump era un mentiroso que ha denigrado la posición del país en el mundo, criticando al presidente con comentarios que profundizaron las divisiones al interior del Partido Republicano.
“Trump es un matón, un mentiroso y no es un ejemplo para los niños”, declaró el senador Bob Corker mientras que el senador Jeff Flake pidió a sus colegas en el Senado que no sean cómplices de Trump.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, desestimó los comentarios de los dos senadores y aseguró que Trump quiere legisladores que hagan avanzar su agenda.
El presidente busca construir un consenso sobre las propuestas de recortes de impuestos. Los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso, pero tienen una mayoría de 52-48 en el Senado.
Conseguir la aprobación de su plan fiscal es importante para Trump, quien no ha logrado ninguna victoria significativa en el Congreso desde que asumió la presidencia de Estados Unidos en enero.
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