En medio de su gira asiática, este martes el bombástico presidente estadounidense Donald Trump volvió a amenazar a Corea del Norte, señalando que está dispuesto a utilizar la fuerza militar para detener un ataque.
Más tarde, Trump adoptó un tono conciliador para instar a Pyongyang a buscar un acuerdo que facilite la pretensión estadounidense de que Corea del Norte renuncie a sus armas nucleares.
En declaraciones a poca distancia de Corea del Norte durante una visita a Seúl, Trump dijo que aunque “Dios quiera” que no se requiera emplear toda la fuerza militar de Estados Unidos, hará lo que sea necesario para impedir que un “dictador norcoreano” amenace a millones de vidas.
“No podemos permitir que Corea del Norte amenace todo lo que hemos construido”, dijo Trump luego de reunirse con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, quien se ha mostrado más inclinado a un acercamiento diplomático con Pyongyang.
En un momento en que adoptó una postura más mesurada y menos antagónica, el mandatario estadounidense también exhortó a los norcoreanos a “hacer lo correcto” y dijo: “Veo cierto movimiento”, aunque no dio más detalles.
“Realmente tiene sentido que los norcoreanos vengan a la mesa de negociaciones y logren un acuerdo”, dijo Trump a periodistas en una conferencia conjunta con Moon.
A pesar de las reiteradas amenazas de Trump contra Corea del Norte, sus últimos comentarios estuvieron lejos de las declaraciones agresivas que ha emitido el presidente en los últimos meses, en las que desdeñó la vía diplomática para resolverla crisis, describiéndola como una pérdida de tiempo.
Previamente en la jornada, Trump y su esposa, Melania Trump, llegaron a la base aérea de Osan en Seúl y caminaron por una alfombra roja tras bajar del Air Force One, al iniciar la gira asiática.
Más tarde, Trump viajó en helicóptero a Camp Humphreys, la mayor base militar de Estados Unidos en el país, y visitó a tropas estadounidenses y surcoreanas, junto a Moon.
La Casa Blanca describió el viaje de Trump como una iniciativa para dejar en claro la posición de Estados Unidos ante la postura de Corea del Norte y el riesgo que representan sus pruebas de misiles y armas nucleares para los intereses estadounidenses en la región.
Sin embargo, voces críticas en la región han expresado el temor de que las posturas belicosas de Trump hacia Pyongyang incrementen la posibilidad de un conflicto militar devastador en la Península Coreana.
Al reunirse con los comandantes militares para hablar sobre la crisis con Corea del Norte, Trump dijo a periodistas: “Finalmente tendremos que buscar una solución, ésta siempre aparece, tiene que aparecer”, sin entregar detalles.
Miles de coreanos en Seúl participaron en manifestaciones denunciando las acciones del mandatario estadounidense y rechazando su visita, así como en manifestaciones de apoyo al polémico presidente Trump.
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