La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, centro, el Secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo Villarreal (L) y el Representante de Comercio de los Estados Unidos, Robert E. Lighthizer, en la tercera ronda de renegociaciones del TLCAN en Ottawa , Ontario, 27 de septiembre de 2017.
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¿El adiós al TLCAN?

Seis de cada diez canadienses creen que Ottawa es sincera cuando dice que quiere promover un comercio más progresista al exigir, entre otras cosas, la adición en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de estándares legales más altos en materia de derecho laboral, de medio ambiente y otras cuestiones sociales, de acuerdo con una encuesta de Environics, realizada en nombre del sindicato canadiense Unifor y presentado esta semana.

Más del 80% de los encuestados respaldan estas solicitudes y piensan que Canadá debería abandonar la mesa de negociaciones en lugar de firmar un mal acuerdo. Más de las tres cuartas partes de los canadienses no creen que el gobierno del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sea capaz de aceptar los cambios que exige Canadá.

«Está claro que los canadienses no están listos para aceptar ciegamente un acuerdo a cualquier precio», dijo el presidente de Unifor, Jerry Dias, en un comunicado divulgado en la presentación de la encuesta en Internet realizada del 5 al 16 de octubre con 2000 encuestados.

Un análisis del experto en economía de Radio Canadá, Gérald Fillion apunta en al mismo sentido al decir que los canadienses no aceptarán que su gobierno se arrodille ante los Estados Unidos por el TLCAN.

La ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, con el ministro de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, y el representante comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer. © Reuters / Edgard Garrid.

Lo que Donlad Trump quiere cambiar

Desde el comienzo de las negociaciones en agosto pasado, quedó claro que Quebec y Canadá no tenían mucho que ganar de esta operación deseada e impuesta por la administración Trump, dice Fillion. El gobierno estadounidense es poderoso, impone sus puntos de vista y su enfoque es tan proteccionista que es imposible para México y Canadá creer que no será necesario hacer concesiones significativas para salvar el Acuerdo.

Dadas las circunstancias, a medida que la quinta ronda de negociaciones comienza esta semana, uno puede preguntarse si Canadá no estaría interesado en dejar que el gobierno estadounidense salga del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para volver al acuerdo básico, un acuerdo bilateral con los Estados Unidos, el TLC, que entró en vigor en 1989. Canadá podría permanecer en un acuerdo de libre comercio con México en el marco del TLCAN que se convertiría en otro acuerdo bilateral.

En el peor de los casos, los expertos dicen que el final completo del TLCAN significaría que las partes estarían ahora sujetas a las reglas de la OMC, la Organización Mundial del Comercio. En cualquier caso, sería difícil, de hecho, deshacer las relaciones comerciales desarrolladas en los últimos 25 años, lo que permitió a los tres países triplicar el comercio entre ellos. Las economías en algunos sectores están tan entrelazadas que es impensable imaginar que estos vínculos se derrumben.

De hecho, el centro del caso es el déficit comercial de Estados Unidos con México, que supera los $ 60 mil millones al año. Desde 1993, las exportaciones estadounidenses a México han aumentado un 455%, pero las importaciones desde México han aumentado un 637%. La base de las políticas del presidente Trump se apoya principalmente en este déficit comercial, que beneficia a los exportadores mexicanos.

Y cientos de miles de puestos de trabajo se han perdido en el sector manufacturero en los Estados Unidos en beneficio de México desde principios de la década de 1990. Eso es lo que irrita profundamente a los estadounidenses. Y es este estado de cosas que Donald Trump dice que quiere cambiar.

De hecho, antes de México, el verdadero problema para Donald Trump  está en China. El presidente lo dijo durante su estancia allí: nuestro déficit comercial es demasiado grande. No los culpo, les dijo a los chinos, culpo a las administraciones estadounidenses pasadas. Hoy, China representa el 40% del déficit comercial de los Estados Unidos.

Las preguntas fundamentales para Canadá, según Gérald Fillion

Lo que está en juego es importante para Canadá. El TLCAN es el área de libre comercio más grande del mundo con 500 millones de personas. Pero, ¿estamos listos para vender parte de nuestra producción de automóviles porque Estados Unidos quiere aumentar la cuota de las normas de origen estadounidenses? ¿Está Canadá dispuesto a permitir que los tribunales estadounidenses juzguen las disputas entre países en lugar de un mecanismo independiente?

¿Está Canadá dispuesto a abandonar la gestión del suministro, la excepción cultural, cuando su acceso al mercado estadounidense está restringido por leyes proteccionistas? ¿Qué tan lejos Canadá está dispuesto a ir para firmar un nuevo acuerdo de libre comercio? ¿Cuánto les conviene a los empresarios y trabajadores canadienses ceder a las demandas de nuestros vecinos?

Está claro que el fin del TLCAN tendría un efecto perjudicial en la economía canadiense. Primero, en el dólar canadiense, que podría caer a 70 centavos de dólar según el Movimiento Desjardins, probablemente aún más bajo. «La incorporación de los aranceles, escribió el economista Hendrix Vachon el 7 de noviembre, crearía un incentivo para producir más en los EE.UU. y las presiones inflacionarias que resultarían alentarían a la Reserva Federal a continuar su ajuste monetario, incluso a acelerarlo. »

Canadá y México han dejado en claro que no abandonarán la mesa de negociaciones. La administración Trump amenaza desde hace meses de comenzar la retirada de los Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, sin especificar si los funcionarios estadounidenses permanecerían todavía en la mesa de negociación.

Salir del TLCAN, una promesa que Donald Trump puede cumplir

El presidente Donald Trump ha amenazado reiteradas veces con desechar el TLCAN. ©  (Andrew Harnik / Canadian Press)

Es tentador creer que las amenazas estadounidenses son fanfarroneadas. Pero si hay una promesa que el presidente Trump puede implementar, es el derecho a abandonar el TLCAN. Muchos de sus compromisos están bloqueados por los tribunales o por el Congreso. Una salida del TLCAN es un gesto al alcance del presidente, aunque podría tener problemas con muchos miembros del Congreso, que entienden la importancia del TLCAN.

Donald Trump podría, al menos, en un nivel simbólico, reafirmar su compromiso político de oponerse a los acuerdos de libre comercio.

En cualquier caso, los canadienses no aceptarán que su gobierno se arrodille ante los Estados Unidos. Las elecciones en Canadá ya se están acercando. Está claro que mientras más tiempo pase, más el gobierno de Trudeau buscará expresar su firmeza contra la administración Trump. Dada la intransigencia de los Estados Unidos, ¿en qué medida debería Canadá dedicar energías a un nuevo TLCAN?

Radio Canadá/Environics/RCI

Categorías: Economía, Internacional
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