El primer ministro de Canadá, el liberal Justin Trudeau, presentó este miércoles, Día Nacional de la Vivienda, su Estrategia nacional de acceso a la vivienda en el país, que implica la inversión de unos 40 mil millones de dólares en los próximos diez años
El anuncio fue hecho en Toronto, la ciudad más populosa en el país, y donde el costo promedio de una vivienda familiar se eleva al medio millón de dólares.
Se trata de un ambicioso plan elaborado por Ottawa que se propone el establecimiento de hasta 100.000 nuevas unidades de vivienda asequible en todo el país.
El gobierno de Canadá también se propone invertir en la renovación de unas 300.000 viviendas existentes.
Este plan también se propone reducir un 50% el número de personas sin hogar, proteger a 385.000 hogares contra la pérdida de una vivienda asequible, proporcionar asistencia financiera a unos 300.000 hogares a través de un subsidio de vivienda y retirar a 530.000 hogares de las necesidades de vivienda.
Esta estrategia fue elaborada con la inclusión de un análisis basado en el género y promete proporcionar vivienda asequible a las mujeres de edad y a las mujeres que huyen de la violencia doméstica.
La estrategia también incluye la promesa de introducir nueva legislación que «requerirá que el Gobierno federal mantenga una Estrategia Nacional de Vivienda e informe al Parlamento sobre los objetivos y resultados en materia de vivienda».
Mientras que el Primer Ministro Justin Trudeau daba a conocer su estrategia para la vivienda en Toronto, lo mismo hacía el Ministro de Familias, Jean-Yves Duclos, en Vancouver. Estas son dos de las ciudades canadienses con los más altos déficits en materia de acceso a la vivienda en el país.
El primer ministro Trudeau también reconoció que la vivienda es un derecho fundamental, lo cual será incorporado en la legislación canadiense, confirmaron las fuentes.
En marzo pasado, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU criticó al Canadá por su «persistente crisis de vivienda» en un informe que destacaba la ausencia de una estrategia nacional de vivienda.
En su último presupuesto, los liberales reservaron 11.000 millones de dólares a ser invertidos durante una década para mejorar el acceso a la vivienda asequible en Canadá.
Los datos recientemente publicados de la Corporación Hipotecaria y de Vivienda de Canadá revelaron que 1,7 millones de hogares tenían «necesidades básicas de vivienda» en 2016, lo que significa que gastaron más de un tercio de sus ingresos en pagar por una vivienda que pueden estar por debajo de las normas o que no satisfacen sus necesidades.
En Toronto, cerca de uno de cada cinco hogares tenía dificultades financieras para pagarse un techo, lo que representa la tasa más elevada en el país.
Esta misma jornada distintas organizaciones de la sociedad civil canadiense se movilizaron en distintas ciudades del país para exigir al gobierno canadiense mayores y más rápidas inversiones en materia de vivienda accesible.
Hubo manifestaciones en Montreal, Toronto, Edmonton, Vancouver, London, Sherbrooke, Gatineau y Quebec.
Para conocer la perspectiva de este tipo de organismos, Radio Canadá Internacional pudo conversar con Émilie Joly, portavoz del Frente de acción popular para la reorganización urbana, FRAPRU, de acuerdo a su sigla en francés. Se trata de un organismo de la sociedad civil con sede en Montreal.
Ella señaló que se necesita acelerar la construcción de viviendas accesibles para los segmentos de la población canadiense con menor acceso a ella, y que el modelo de subsidios a las familias con necesidades, en un sistema de propietarios privados, no es conveniente porque tiene como consecuencia un aumento de los alquileres y la transferencia de fondos públicos por parte del sector privado.
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