En las últimas semanas se ha vuelto a hablar de la posibilidad de que empresas canadienses busquen en el exterior la mano de obra que necesitan y que no encuentran en el país.
Gabriel Bran López sostiene que el talento necesario existe aquí, pero que las empresas no recurren al mismo.
López es el presidente fundador de Fusion Jeunesse, un organismo dedicado a combatir la deserción escolar y buscar la inserción laboral.
La integración plena de los jóvenes autóctonos a la sociedad es una obligación. Foto : Hyun-Gu Kang
La entidad interactúa con 15.000 jóvenes cada semana, de los cuales al menos 4.500 son autóctonos oriundos del norte de Quebec.
Se trata de una fuerza de trabajo que empleada podría sumar miles de millones de dólares a la economía canadiense.
En un artículo que publicó recientemente en una revista de negocios, Bran López propuso que las empresas del país recluten al menos un 10 por ciento de su plantilla entre los autóctonos, uno de los segmentos sociales más dejados de lado en materia laboral.
Sostiene que las empresas deben cambiar su cultura de trabajo, deben desarrollar las herramientas y mecanismos para ir a buscar a los jóvenes talentosos donde estos se encuentren e incorporarlos a sus plantillas.
Las empresas deben alentar y utilizar el talento de los jóvenes dentro de sus propias estructuras. Foto: Fusion Jeunesse.
Muchos jóvenes no logran siquiera obtener una primera entrevista laboral, en la que puedan tener la oportunidad de demostrar los talentos y habilidades con las que cuentan.
En el mercado laboral local hay aún hoy una actitud de racismo, que hace que muchas personas no logren encontrar trabajo debido a su apellido, su lugar de procedencia o grupo étnico o social al que pertenecen.
Gabriel Bran López sufrió tal circunstancia en carne propia y cuenta su experiencia en entrevista con Luis Laborda.
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