Todos somos lo suficientemente inteligentes como para saber que no tenemos que hacer clic en los enlaces de correos electrónicos que parecen sospechoso, ¿no?
Resulta que eso no es lo suficientemente bueno.
De hecho, revela dónde está, qué tipo de dispositivo está usando y otra información personal simplemente abriéndolo.

Ah, ¿y si reenvía el correo electrónico a alguien más? Lo mismo les sucede a ellos también.
Todo eso es gracias a la nueva proliferación de software de seguimiento de correo electrónico.

Los anunciantes están rastreando el correo electrónico desde hace años, dice en el programa Spark de CBC, Florian Seroussi, presidente de One More Company, que investiga el seguimiento del correo electrónico y quien creó un software anti-seguimiento.
En un estudio realizado a principios de este año, descubrió que el seguimiento de los llamados correos electrónicos «conversacionales», como los que se le envían a un cónyuge, se están rastreando cada vez más. «El número aumenta alrededor de un 20 por ciento por mes», dice. «Se duplica cada año».
Él señala que su compañía solo ha rastreado aproximadamente cuatro mil millones de los más de 250 mil millones de correos electrónicos que se envían cada año. Pero de esos cuatro mil millones, descubrió que el 71% fueron rastreados. Y, dado que el 100 por ciento de los correos electrónicos comerciales son rastreados, también significa que se está analizando una cantidad asombrosa de correos electrónicos personales.
¿Qué significa esto?
Bueno, para empezar, la vieja excusa de «No recibí tu correo electrónico» sería ya una mentira, porque cualquiera puede agregar un rastreador gratuito a su correo electrónico.
Pero el problema puede ser mucho más peligroso que eso.
Ellos saben exactamente dónde estás
– Florian Seroussi
Debido a que el rastreador registra el lugar dónde se encuentra cuando abre un correo electrónico, el remitente podría determinar sus patrones de movimiento y, por ejemplo, ingresar a su casa cuando sepan que no está en su hogar, dice Florian. Estos tipos de correos electrónicos llamados «phishing», que a primera vista parecen pertenecer a su banco, por ejemplo, son los más peligrosos.
Existe un software que puede bloquear los rastreadores, pero Florian reconoce que es «un juego de gato y ratón» cuando se trata de mantenerse al día con la tecnología de rastreo.
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