Hubo un tiempo en el que al llegar estas fechas era muy frecuente enviar y recibir tarjetas navideñas para felicitar las fiestas. Con las nuevas tecnologías esta tradición se va perdiendo y el volumen de envíos de tarjetas postales en navidad ha descendido estrepitosamente. Hoy en día es común felicitarse las fiestas a través de mensajes sms, e-mails o postales virtuales a través de Internet.
Este año, el primer ministro Justin Trudeau y el líder conservador de oposición Andrew Scheer están enviando saludos festivos con un tema familiar.
La tarjeta de Trudeau tiene varias fotos de él, su esposa y sus tres hijos y lleva el mensaje: «De nuestra familia a la tuya, felices fiestas». La palabra Navidad ha sido reemplazada por vacaciones como un guiño a la diversidad de Canadá y al hecho de que muchos canadienses no son cristianos y no celebran la Navidad. Aunque la mayoría tendrá tiempo libre.

El mensaje de Scheer dice «Feliz Navidad, Feliz Janucá y Felices Fiestas» y también presenta varias fotos familiares.
Las tarjetas de Navidad datan del siglo XIX
Las tarjetas navideñas fueron inventadas por el inglés sir Henry Cole, quien en el año 1843 encargó a John Calcott Horsley, un amigo pintor, que le dibujara y pintara una escena navideña, que luego mandaría a reproducir en una imprenta, para después escribirle unos breves deseos de felicidad, firmarlas y enviarlas a los amigos y familiares.
Horsley hizo 1.000 tarjetas y, las que no utilizó Cole, las vendió a un chelín cada una. Eran unos grabados coloreados a mano que representaban una familia que brindaba por sus amigos ausentes.
La imagen fue criticada por muchos puritanos, que decían que fomentaba la bebida. En 1862 se empezaron a imprimir tarjetas navideñas de serie, que fueron un éxito inmediato.
En 1893 la costumbre recibió la confirmación real cuando la Reina Victoria encargó 1.000 tarjetas a una imprenta británica.
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