El este canadiense se preparaba en las primeras horas del jueves 4 de enero para lo que se anuncia como una de las tormentas invernales más fuertes de su historia.
La provincias Marítimas, así como buena parte de Quebec, y en menor medida sectores de Ontario, se aprestan a recibir una tempestad invernal que podría alterar la vida cotidiana en esos territorios.
Escuelas, comercio y transporte interrumpieron sus servicios en Nueva Escocia, en prevención ante la llegada del temporal.
El alerta alcanza a las vecinas Nuevo Brunswick, Terranova y Labrador y la Isla del Príncipe Eduardo.
La depresión avanza actualmente sobre el este Estados Unidos.
Hasta 45 centímetros de nieve y 30 milímetros de lluvias podrían afectar a toda la región este, al tiempo que algunos sectores podrían ser alcanzados por ráfagas de viento de hasta 170 kilómetros por hora.
La agencia de electricidad de Nueva Escocia dispuso una plantilla de 1000 operarios que estarán disponibles para la reparación que los daños que el temporal pueda ocasionar.
Por su parte, el aeropuerto internacional Stanfiel, en Halifax, avisó que los vuelos serán afectados por demoras y anulaciones, mientras que el servicio de trasbordador marítimo ya dispuso la anulación de todos los viajes entre Nueva Escocia y Terranova.
La agencia de meteorología canadiense difundió a primera hora del jueves un alerta de tormenta invernal para varias zonas al sur del río San Lorenzo en la provincia de Quebec.
Las regiones citadas por la agencia federal en su aviso incluyen a la capital provincial, la Ciudad de Quebec, que podría recibir entre 25 y 40 centímetros de nieve, además de fuertes ráfagas de viento.
Montreal, la ciudad más poblada de la provincia, sería menos afectada, y prevé nevadas de entre 5 y 10 centímetros.
Entre las advertencias de Environnement Canada figura la de “onda de tormenta”, que significa que existe el riesgo de desborde en las costas de los cursos de agua, en razón de la combinación de vientos extremadamente fuertes, el paso de una tormenta mayor y la presencia de un período de mareas amplias.
Las autoridades señalaron que el riego mayor de desborde podría ocurrir en horas de la tarde del jueves. El fenómeno trae aparejada la posibilidad de que hielos marinos invadan la costa, provocando inundaciones y daños en la infraestructura.
Algunas regiones quebequenses se encuentran también sujetas a una advertencia de tormenta invernal, que no son infrecuentes en este momento del año, pero que en esta ocasión podrían lograr una virulencia poco habitual.
Varios sectores en las zonas de Saguenay, Bajo San Lorenzo, Gaspesie y la Costa Norte podrían recibir grandes precipitaciones de nieve entre el jueves y el viernes. El extremo este de la Gaspesie sería el más afectado, con acumulaciones previstas en cerca de 50 centímetros.
Por estos días, Quebec recuerda el 20 aniversario de la “crisis de la lluvia helada”, cuando en 1998 la provincia fue afectada por una fuerte precipitación, que al congelarse derribó líneas de alta tensión e interrumpió el servicio eléctrico. Cientos de personas debieron ser evacuadas de sus hogares y la vida cotidiana quedó interrumpida, ante la imposibilidad de desplazarse por los calles heladas y la falta de calefacción para combatir el frío extremo.
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