Francia, como muchos otros países europeos, fueron sorprendidos por un flujo migratorio en masa.

Francia rechaza críticas a su política migratoria

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, sostuvo que es necesario evitar los “falsos buenos sentimientos”, en respuesta a críticas provenientes de asociaciones de intelectuales en relación con la política del gobierno francés hacia los migrantes, que impone un límite al número de personas a recibir en su territorio.

Hay mucha confusión entre los intelectuales”, agregó el mandatario francés en el marco de una conferencia de prensa junto al jefe del gobierno italiano, Paolo Gentiloni.

Los dichos de Macron tuvieron como principal destinatario al premio Nobel de Literatura francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, quien expresó en un artículo de en un periódico que “existe una negación humanitaria insoportable” en el trato hacia los migrantes.

El escritor se expresó en contra de la política convertida en un “monstruo frío” que actúa siguiendo “leyes e instrucciones que no toman en cuenta el sentimiento humano”.

Francia e Italia acercan sus políticas migratorias y las vuelven más restrictivas. Foto: reuters.

“Francia no está cerrada” retrucó el mandatario francés, pero “nos enfrentamos a olas migratorias inéditas desde la Segunda Guerra Mundial” agregó, al tiempo que recordó que 100.000 demandas de asilo fueron presentadas en Francia el año último.

Macron sostuvo que la política de su gobierno no cuestiona el derecho de asilo y que los hombres y mujeres que llegan a su país tienen el derecho de ser protegidos y su administración actúa en ese sentido.

El titular del Eliseo agregó que “hay que tener determinación, eficacia y humanidad. La humanidad sin eficacia es sólo palabras bellas. La eficacia sin humanidad es injusticia”.

Macró también rindió homenaje en Roma al “gran trabajo” llevado a cabo por Italia para limitar el número de migrantes que llegan a suelo europeo.

El año 2017 marcó un punto de inflexión en materia migratoria para Italia, que pasó de un flujo masivo de personas en las primeras semanas, a una inmigración selectiva a partir de acuerdos controvertidos con Libia, por los que limitó las llegadas a 119.000, una baja del 35 por ciento en relación a los números registrados en 2016.

Le Clézio criticó al gobierno de su país, al que acusó de falta de humanidad hacia los migrantes. Foto: Reuters/Bob Strong.

Italia había sido señalada en su momento como la puerta de entrada de un número inusitado de inmigrantes a Europa.

Le Clézio sostuvo en una nota publicada en el periódico L’Obs, que la política del gobierno francés en materia de inmigración es un “sinsentido, si tomamos en cuenta la proporción de refugiados con los que cuentan países pequeños como Líbano o Jordania”.

El escritor expresó que “se trata de una negación insoportable de humidad. ¿Cómo podemos llevar a cabo una selección? ¿Cómo distinguir quiénes merecen ser recibidos, por razones políticas, de aquellos que no son dignos de tal gesto? ¿Cómo hacer la diferencia entre los solicitantes de asilo por el peligro que enfrentan en sus países y aquellos huyen por razones económicas?

Categorías: Inmigración y Refugiados, Internacional
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