Las recientes declaraciones tóxicas y racistas del presidente estadounidense, Donald Trump, que dijo en una reunión con legisladores que Estados Unidos no necesita gente venida de países que para él son huecos llenos de materia fecal, no hizo más que agravar las preocupaciones de cientos de miles de salvadoreños viviendo en Estados Unidos.
Trump hizo esas ofensivas declaraciones cuando dos senadores, el demócrata Dick Durbin y el republicano Lindsey Graham, propusieron un proyecto de ley migratorio que otorgaría visas a algunos de los ciudadanos de países recientemente retirados del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés), como El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán.

El errático presidente Trump también anunció esta semana que pondrá fin al programa de protección llamado Estatus de Protección Temporal (TPS), que permitía a unos 200.000 inmigrantes de El Salvador permanecer en territorio estadounidense sin temor a ser expulsados del país.
Para Canadá esta situación abre la posibilidad de la llegada masiva de refugiados salvadoreños a la frontera canadiense, tal como ocurrió en la provincia de Quebec cuando llegaron miles de haitianos y africanos procedentes de Estados Unidos. La razón que ellos explicaban a las autoridades canadienses de inmigración eran las políticas impuestas por Trump en materia de inmigración.
Para saber cuál podría ser la situación en la frontera entre Canadá y Estados Unidos, Radio Canadá Internacional pudo conversar con Angela Ventura, miembro de la Asociación salvadoreña de Windsor, en la provincia de Ontario, la más populosa del país.
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