El bombástico presidente Donald Trump se vio obligado a cancelar este viernes un viaje a su mansión vacacional en Florida debido a una falta de acuerdo en el Congreso para aprobar un financiamiento que evite una paralización de las agencias federales que comenzaría el sábado.
El plazo límite para lograr ese acuerdo vence este viernes a medianoche
La Cámara de Representantes votó 230 a 197 el jueves en la noche en favor de extender el financiamiento gubernamental hasta el 16 de febrero. Sin embargo, ese plan parecía a punto de fracasar en el Senado.
El director de presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, dijo este jueves que la probabilidad de una paralización parcial del gobierno había aumentado de un 30 a un 50 por ciento.
“La votación esta tarde se ve complicada para que el gobierno pueda seguir funcionando”, declaró Marc Short, encargado de los vínculos legislativos de Trump. Él anticipó que las negociaciones continuarán hasta la medianoche.
Sin una inyección de fondos públicos, las agencias federales, incluyendo los Departamentos de Agricultura, Salud y Servicios Humanos, el Departamento de Estado, el Pentágono y el Departamento de Justicia tendrían que suspender algunas de sus actividades normales y dar licencia a sus trabajadores.
A casi cuatro meses del inicio del año fiscal 2018, republicanos y demócratas todavía no se pusieron de acuerdo sobre un límite de gastos para programas de defensa y otros, lo que hace imposible la aprobación de un proyecto de ley de financiamiento a largo plazo.
Mick Mulvaney, director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto, ha establecido entre el 50 y el 60 por ciento las probabilidades de que el gobierno de Estados Unidos acabe paralizado. (Evan Vucci/Associated Press)
En vez de ello, el Congreso estadounidense tuvo que vencer las rencillas partidistas para lograr aprobar su cuarta medida de gastos a corto plazo.
La agencia internacional de calificación crediticia Fitch dijo este viernes que la eventual paralización del gobierno no afectaría su calificación ‘AAA’ de Estados Unidos.
En medio de la disputa, son más los senadores que están considerando la posibilidad de aprobar fondos federales suficientes para unos pocos días. La idea es presionar a los negociadores para que flexibilicen acuerdos sobre inmigración, gasto en defensa y otros la próxima semana.
Las discusiones sobre inmigración se centran en la exigencia de los demócratas de que 700.000 jóvenes que llegaron en su infancia a Estados Unidos sin documentos sean protegidos de la deportación.
Esas personas, denominadas “Dreamers”, llegaron al país mayormente desde México y Centroamérica y recibieron un estatus legal temporal en virtud de un programa iniciado por el expresidente Barack Obama. Muchos de ellos se han educado en Estados Unidos y no conocen otro país.
En septiembre, Trump anunció que pondría fin al programa y daría al Congreso hasta el 5 de marzo para presentar una legislación en reemplazo.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.