(Ken Yamaguchi/flickr cc)

Estudio canadiense determinó que el café no trata el mal de Parkinson pero sí lo previene

El café es una bebida a la que cada vez se le descubren más propiedades, puede proteger contra la diabetes, ser bueno para la vista… y parece ser también que tiene una otra propiedad: nos protegería contra el Parkinson. Y esto lo señalaron anteriormente instituciones de prestigio a través del mundo.

Esas investigaciones sugerían que una variación genética muy específica protegía contra la enfermedad de Parkinson, especialmente a aquellas personas que tomaban mucho café.

Pero he aquí que una nueva investigación pone en contradicción esto y sugiere que el café podría jugar un papel, sí, pero de prevención, no de alivio de los síntomas del mal de Parkinson.  Su autor es el Dr. Ronald Postuma, neurólogo de la Universidad McGill.

Dr. Ronald Postuma, neurólogo de la Universidad McGill. Youtube

La enfermedad de Parkinson es una afección neurológica relacionada con la muerte de células cerebrales específicas, incluidas las células que controlan el movimiento, el estado de ánimo, el sueño y la cognición. Puede manifestarse con temblores, lentitud de movimiento, rigidez o rigidez y trastornos del sueño, lo que interfiere con la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la capacidad de hablar con claridad.

Los investigadores canadienses esperaban que la cafeína pudiera usarse para aliviar los síntomas del Parkinson

Pero la cafeína no funcionó como un medicamento para aliviar los síntomas del movimiento en personas con Parkinson.

Los primeros hallazgos sobre el café habían alimentado las esperanzas de que la cafeína pudiera tratar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Un pequeño estudio de 2012 insinuó que la cafeína podría aliviar los movimientos incontrolados y los síntomas de rigidez en personas con la enfermedad de Parkinson. Este estudio se enfocó principalmente en los trastornos del sueño asociados con el Parkinson.

Ahora el Dr. Ronald Postuma, neurólogo de la Universidad McGill, y sus colegas tienen los resultados de su estudio,  más prolongado,  que involucró a 121 personas que habían sido diagnosticadas con la enfermedad de Parkinson. La edad promedio de los sujetos era de 62 y habían sido diagnosticados con la enfermedad un promedio de cuatro años antes.

Pastillas de cafeína

A la mitad de los sujetos les fueron asignados recibir cafeína y a la otra mitad placebo.

Ese estudio más extenso, publicado en la edición de la revista Neurology, no encontró mejoría en los signos o síntomas motores de tomar pastillas de cafeína que eran el equivalente a dos tazas de café al día.

«Obviamente es decepcionante. No querrás llevar a cabo pruebas por cosas que no funcionan», dijo Postuma en una entrevista con CBC News.

«Esto habría sido un medicamento levemente eficaz, obviamente, pero increíblemente económico y asombrosamente seguro, si hubiera funcionado para la enfermedad de Parkinson. Así que tenía que hacerse. Simplemente no funcionó de la manera que queríamos».

El Dr. Postuma dijo que lo que es claro a partir de muchos otros estudios es que las personas que no beben café tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson. La pregunta es por qué.

Antes de los hallazgos de esta última prueba de cafeína, una explicación fue que la bebida popular era una especie de medicamento para la enfermedad de Parkinson.

Un estudio había detectado en más de un millón de variaciones genéticas, una variante del gen GRIN2A como factor protector contra la enfermedad de Parkinson. La proteína que es codificada por este gen forma parte de un complejo que se piensa que influye en varias enfermedades neurodegenerativas.

En el estudio epidemiológico se estudiaron pacientes con Parkinson en dos condados del sudeste de Suecia que consumían mucha cafeína  y la variante genética en el gen GRIN2A. Detectaron que el consumo de cafeína junto con esta variante genética suponía un riesgo mucho menor de desarrollo de esta enfermedad neurodegenerativa.

Ayudaría a prevenir el mal

Si bien la cafeína no funciona como un tratamiento, quizás ayude a prevenir la enfermedad de Parkinson. Es posible que nunca lo sepamos, porque es poco probable que suceda un ensayo aleatorizado que sea lo suficientemente extenso y largo como para probarlo de manera controlada. Especialmente cuando las personas simplemente pueden intentarlo por su cuenta en casa.

– Ronald Postuma, neurólogo de la Universidad McGill

Postuma dijo que a cualquiera que le guste el café o que quiera tomar una pastilla de cafeína para mantenerse despierto, debe sentirse libre de hacerlo. Eso es tan cierto para alguien con Parkinson como para todos los demás.

Y señaló que la cafeína era un ejemplo de un posible tratamiento que se veía bien en los estudios de fase temprana y que no se resolvió.

En este caso, los beneficios a corto plazo inicialmente vistos parecieron disiparse a medida que el cuerpo se ajustaba a la cafeína. Basta observar cómo tomar café por la noche puede mantener a alguien despierto cuando no está acostumbrado, y sin embargo no tiene ningún efecto entre los consumidores corrientes.

 «Esta es otra ilustración de cómo realmente hay que confirmar las cosas».

Relación con la personalidad

Los investigadores dicen que es un mensaje importante dado que los pacientes a menudo claman por probar alimentos, bebidas y productos a base de hierbas, solo con la sugerencia de un posible beneficio.

Si bien la cafeína se ha estudiado mucho, la investigación de alta calidad es rara. En términos más generales, los hallazgos podrían ayudar a arrojar algo de luz sobre otros aspectos de la susceptibilidad a la enfermedad de Parkinson.

La recompensa de la dopamina

En la enfermedad de Parkinson, se produce una deficiencia de dopamina, a causa de un daño degenerativo en las vías donde se sintetiza normalmente en el sistema nervioso. Por eso se planteado en la investigación de esta enfermedad  el empleo de la cafeína como tratamiento para el Parkinson, dados sus efectos a nivel de la neurotransmisión de la dopamina.

Ahora bien, según el Dr. Postuma, la gente muestra naturalmente una variedad de diferencias en sus sistemas de recompensas cerebrales, incluidos los rasgos de personalidad, que determinan dónde encajan en el espectro, por ejemplo, entre trabajadores leales y duros que les gusta mantenerse a salvo,  y personas que aman las emociones al practicar deportes extremos, como el paracaidismo, por ejemplo.

En promedio, las personas con la enfermedad de Parkinson tienden a caer en el extremo contrario al riesgo del espectro, dijo Postuma. La enfermedad aparece en un número desproporcionado de no fumadores y no bebedores de café.

Al igual que el hábito claramente no saludable de fumar, el beber café se considera un comportamiento gratificante que viene con un regalo de dopamina.

«Parece que las personas que se matan trabajando tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson», dijo Postuma. Es uno de los misterios».

Postuma advierte que su último estudio probó la cafeína en tanto que  medicamento para tratar los síntomas solamente y no se ocupó de la prevención.

La Academia Estadounidense de Neurología, que publicó los hallazgos, dijo que una limitación del estudio era que la cafeína no se medía en la sangre de los participantes. Es posible que una dosis más alta pueda tener diferentes efectos. Tampoco se midieron o probaron otras propiedades del café.

El estudio fue apoyado por el Instituto Canadiense de Investigación en Salud, la Fundación Webster y el fondo de investigación en salud de Quebec (Fonds de Recherche du Québec – Santé).

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